El Unicaja sigue imparable y también despacha a un buen Baxi Manresa (91-77)

El protagonista de los primeros instantes fue Dylan Osetkowski. El estadounidense hacía de todo. Anotaba, defendía y reboteaba. Diez puntos en tres minutos para permitir que su equipo mandase en el partido, pero no para abrir brecha porque el Manresa respondía a la propuesta del conjunto malagueño. El ritmo de los dos equipos era enorme, nada que no se esperase, y el encuentro era de un gran nivel. Estaba por ver cuánto tiempo sería capaz de aguantar así el cuadro catalán una vez que comenzasen las rotaciones y lo cierto es que, a pesar del 31-25 con el que se cerró un primer cuarto frenético, el Manresa respondía haciendo un gran esfuerzo. Los 13 puntos del banquillo y los cinco al contragolpe permitieron esa pequeña renta malagueña.

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Esa anotación tan alta se resintió un poco en el arranque del segundo cuarto, pero no la oposición de un rival que obligaba al Unicaja a exprimirse al máximo. Se colocó el cuadro cajista 39-31 y Pedro Martínez paró el partido de inmediato. La decisión del técnico fue entregarle el mando de su equipo a Dani García. El base catalán, en ausencia del lesionado Dani Pérez, dio un auténtico recital de dirección y de cómo interpretar las acciones de bloqueo y continuación, algo que fue un quebradero de cabeza para el Unicaja. Seguramente será uno de los jugadores más bajos de la Liga con su 1,85 raspado, pero no fue problema. El de Mataró dio ocho asistencias para permitir el empate a 44 y logró la última canasta que cerró una primera parte que fue un auténtico intercambio de golpes entre los dos equipos (49-46).

En el bonito pulso que habían entablado los dos equipos, estaba por ver cuál cedería. El Unicaja tomó la iniciativa con un Taylor imparable que monopolizó el juego de ataque malagueño. Trataba de responder el Manresa, pero le faltaban argumentos y fue perdiendo fuelle ante la actividad defensiva cajista. Entró el choque en unos instantes locos de pérdidas y correcalles. Se produjo una acción llamativa, un mate al contragolpe de Taylor en el que la pelota se salió cuando había entrado. Los árbitros no concedieron canasta. La acción, protestada, acentuó ese impulso del Unicaja que llegó a colocarse 67-52, pero ni perdiendo por 15 cedió el cuadro catalán que con un nuevo arreón volvió a engancharse al partido antes del último cuarto (70-60).

Quedaba mucho, pero Dylan Osetkowski decidió que el encuentro se había acabado. Con una serie fantástica desde la línea de tres, el estadounidense acabó con la oposición del Manresa en su mejor actuación con la camiseta del Unicaja. Cuando se sentó dejó el partido liquidado con 88-60 en su mejor actuación con la camiseta del Unicaja (25 puntos, ocho rebotes y 30 de valoración). El público lo despidió al grito de «¡MVP!» y celebraba una nueva victoria de su equipo. Quedaban todavía cuatro minutos, pero el cuadro catalán ya no tenía argumentos para contener el aluvión malagueño, por cierto, perfectamente dirigido por Tyson Carter desde el final del tercer cuarto.