El Unicaja llegó tarde

Los murcianos saltaron al partido alternando defensas en zonas, a ratos en individual o con continuos cambios en los marcajes, evitando en lo posible no entrar nunca en el cuerpo a cuerpo con sus rivales y ralentizando en lo posible el ritmo de partido, jugando largo, anotando algunas canastas de mérito al límite de posesión, para poder controlar el rebote en su propio aro y que el Unicaja no corriera en ningún momento y que jugara siempre a muchos pases, permitiéndoles tirar solo según a quien, haciendo dudar a los malagueños y colapsando su juego interior.

Mientras tanto el Unicaja no conseguía en toda la primera parte mantener un alto nivel defensivo, no hizo su primera falta hasta pasados 12 minutos, lo que les impedía llegar al ataque en transición, elevar sus porcentajes y hacer el juego que más le gusta.

En el tercer cuarto el Unicaja salió dispuesto a cambiar el ritmo, aumentando enormemente su concentración e intensidad, con Kalinoski anotando sus tiros y Ejim pletórico en ataque y en defensa, enseñando a sus compañeros el camino lo que les llevaba a un parcial a su favor de 15-4. Después del tiempo muerto pertinente de Sito Alonso el Murcia volvió a reaccionar con un parcial de 8-0 y a recuperar el ritmo del partido aplicando una y otra vez su defensa en zona tras canastas, lo que seguía generando dudas a los jugadores locales, provocándoles malos porcentajes y con una falta clara de equilibrio exterior interior.

En el úlimo cuarto el buen trabajo táctico desarrollado por los murcianos, el acierto de Sleva todo el partido, la aparición de Radebaugh y el buen trabajo coral llevaron el partido donde más le convenía al Murcia, para ahora sí hacer valer la presión en un final igualdao con continuos errores del Unicaja para llevarse el partido.