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Waczynski penetra a canasta en presencia de Tomic y López-Aróstegui durante el partido ante el Joventut. David Grau

El Unicaja optimiza sus recursos y logra ante el Joventut una victoria que ratifica su mejoría (77-90)

Pese a contar sólo con siete profesionales, el equipo malagueño, liderado por un gran Jaime Fernández, firmó su primer triunfo en el Top-16 de la Eurocup

Martes, 2 de marzo 2021, 22:51

A estas alturas de la temporada, el Unicaja debería estar peleando por se cabeza de serie de su grupo, pero un periodo nefasto desde el mes de diciembre acabó con cualquier aspiración en la Eurocup. Su objetivo esencial esta temporada. Este martes en Badalona ... logró su primer triunfo en el Top-16 y complicó las opciones del Joventut (77-90). Demostró el equipo malagueño que ha cambiado totalmente desde la llegada de Katsikaris. Sólo así se entiende que ganase a un rival que le había vencido claramente dos veces esta temporada. Además lo hizo optimizando sus recursos, con sólo siete profesionales, pero mostrando una gran implicación por parte de todos sus jugadores y con la buena ayuda del canterano Pablo Sánchez. Quedará la duda de que podría haber pasado si la ‘reacción’ y los cambios hubiesen llegado antes.

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Jaime Fernández firmó una actuación brillante al acabar con 22 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, pero no se quedaron atrás Waczynski, también con 22 puntos, y Bouteille, con 14. Katsikaris cumplió su promesa y Pablo Sánchez y Rafa Santos tuvieron minutos, más el primero que no desentonó en absoluto.

El comienzo del partido estuvo marcado por la barra libre defensiva de los dos equipos. Sin intensidad ni casi concentración alguna, el Joventut y el Unicaja se enfrascaron en un intercambio incesante de canastas. En el bando local, con Tomic perfectamente frenado por Guerrero, Bassas hizo los mejores minutos de su vida con 17 puntos en el primer cuarto. El catalán se aprovechó de las facilidades del Unicaja en las acciones de bloqueo y se colaba hasta debajo de la canasta para soltar bandejas sin oposición. El Unicaja tampoco encontró demasiados problemas para anotar, en su caso casi siempre de tres. Los cinco triples, tres de ellos de Waczynski, le permitieron aguantar el festival de Bassas y tapar sus despistes defensivos (21-21, min.10).

El Unicaja se aplicó algo más en defensa y aprovechó el descanso de Bassas para tomar el mando del partido. Como el Joventut seguía muy blando atrás, el equipo malagueño mantuvo su ritmo anotador. Fue llamativo como Fernández y luego Pablo Sánchez buscaban con insistencia a Nzosa con balones interiores. Firmó buenos minutos el base de Linares que está cedido en el Marbella. Se nota que lleva tiempo trabajando con los profesionales y su físico ya le permite competir a este nivel. El Unicaja se colocó 29-35, pero atrás no encontraba la fórmula para impedir canastas fáciles de su rival. Si antes fue Bassas, ahora era Dimitrijevic el que se colaba hasta la cocina. El regreso del primero y Tomic equilibró el partido al descanso porque el Unicaja encadenó varias pérdidas seguidas.

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El tercer cuarto fue casi un calco del comienzo. Permisividad total por parte de los dos equipos. Jaime Fernández respondía a la conexión Ribas-Tomic. El Unicaja continuaba sufriendo en las acciones de bloqueo directo con los pequeños del Joventut. El veterano escolta y Bassas se aprovecharon y tampoco cerró bien el rebote el cuadro cajista, que sin embargo mantenía el ritmo anotador también con Bouteille. El choque seguía equilibrado, pero el Unicaja echó mano de su mejor arma, los triples para abrir una pequeña renta. Waczynski, que firmó un gran encuentro, propició que su equipo llegase al último acto ganando por cinco puntos (60-65).

 

Los problemas en el rebote defensivo continuaban penalizando al Unicaja. Morgan anotaba una y otra vez para su equipo, pero de nuevo los triples fueron claves. Dos aciertos desde la línea de 6,75 de Abromaitis cambiaron el ritmo del partido. Quedaban cuatro minutos, pero ese 65-73 se le atragantó mucho al equipo loca, tanto que ya no tuvo recursos para reaccionar. La buena defensa del Unicaja y la gran dirección de Jaime Fernández, amo y señor del partido con 22 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias, impidieron la remontada local.

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