Pueden hacer cuentas y seguro que encontrarán algún resquicio para mantener con vida al Unicaja en Europa, pero esas opciones están tan al fondo del pozo en el que se encuentra el equipo malagueño. El cuadro cajista está virtualmente eliminado de la Eurocup tras ... perder ante el Nanterre (83-92) en el partido en el que se jugaba la temporada. Una vez más, la notable superioridad física del rival se llevó por delante al conjunto que dirige ahora Fotis Katsikaris.
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En el momento en el que se vio por detrás en el marcador, fue incapaz de responder y acabó sumido en un sinfín de errores, malas decisiones y pérdidas que le costaron el partido. Es evidente que el equipo está mal construido y que tiene carencias, pero los jugadores debieron dar un paso adelante teniendo en cuenta lo que se jugaban y lo que se jugaba el club en todos los sentidos. Ahora ya sólo queda una carambola improbable. De aquí a junio, un desierto, pues las aspiraciones en la Liga son mínimas. Puede pelear por el séptimo puesto, como mucho... Un desastre.
Como ya se explicó días atrás, la llegada del nuevo técnico no iba a propiciar un gran cambio, en parte por la particular configuración de la plantilla. Por este motivo, se echa en falta todavía ahora más celeridad por parte del club para tratar de reconducir la situación. Una semana después todavía se duda de si hay que fichar un pívot. Katsikaris lo dejó ayer claro como el agua. Gerun no jugó y Guerrero sólo estuvo cinco minutos en la pista...
Pese a la importancia que tenía el partido, el Unicaja no salió con la intensidad adecuada, al menos no con la necesaria para igualar el nivel que mostraba su rival. El conjunto francés estuvo más agresivo en todos los sentidos, tanto en defensa, como en ataque. Todo el juego del Nanterre giraba en torno a la figura de Cordinier, uno de los mejores jugadores de la Eurocup hasta el momento. El alero atacó con insistencia a Waczynski y las ayudas sobre él generaban ventajas que fueron bien aprovechadas por sus compañeros. El Unicaja acusaba estos desajustes, pero también el dominio en el rebote de su rival. Katsikaris reaccionó rápido e introdujo a Nzosa a los dos minutos en sustitución que Guerrero, que perdió los dos primeros duelos con Kaba. Las diferencias no fueron grandes, pero el equipo malagueño fue siempre a remolque de su rival y el primer cuarto se cerró con 22-24 a favor del Nanterre.
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El partido entró en la dinámica que quería el Unicaja en el segundo cuarto con un enorme acierto desde la línea de 6,75. El equipo malagueño bombardeó al Nanterre con siete triples seguidos y llegó a ganar 47-38. Eran buenos lanzamientos, tiros liberados que llegaron después de una buena circulación de balón, justo lo que Katsikaris demandaba. A pesar de esto, ese enorme acierto no le dio para fracturar el marcador. El cuadro francés respondió bien, elevando la intensidad de su defensa. El regreso de Cordinier equilibró el partido al descanso, lo cual resultaba llamativo después de esos siete triples. Otro los aspectos a destacar fue que definitivamente el técnico griego dictó sentencia con Gerun, pues prefirió a Thompson como recambio de un Nzosa que volvió a ofrecer un buen nivel.
Visto lo visto en la primera parte, si el Nanterre igualaba ese acierto exterior del Unicaja, el cuadro malagueño iba a tener problemas, y así fue. El conjunto francés comenzó la segunda mitad con dos triples, un parcial de 2-8 y se puso por delante (51-54). Quizá lo más preocupante fue que imponía totalmente su superioridad física para dificultar hasta el extremo cada ataque del equipo malagueño. Otro apretón del Nanterre después de dos pérdidas del Unicaja acabó en tiempo muerto de Katsikaris, pues el partido se complicaba por momentos (56-61). El bagaje ofensivo del cuadro cajista fue pobrísimo, con sólo dos canastas en juego en el tercer cuarto y un parcial de 11-24. Cordinier convirtió el partido en un duelo casi personal con su compatriota Bouteille, al que literalmente fundió. El alero del Nanterre llevaba 24 a estas alturas y cerró el acto con un triplazo sobre la bocina para dejar el partido muy cuesta arriba para el Unicaja, 60-70.
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La situación se complicó más todavía, con el Nanterre dominando 62-75 a falta de ocho minutos para el final. Llegó ahí la reacción del Unicaja. Defendió a buen nivel y le entraron los triples. Un parcial de 2-9 le hizo soñar con la remontada (74-77), pero no supo rematar a un rival que dudaba. De poder empatar se vio perdiendo por siete puntos y ahí llegó el bloqueo. Aguantó el Nanterre que impuso su superioridad física en el momento clave y cerró una victoria vital y que hunde por completo al equipo malagueño.
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