El Unicaja somete al Obradoiro y llega lanzado a la Copa (78-90)

El arranque del partido fue como una partida de ajedrez. Los dos técnicos sabían dónde castigar al rival y ahí centraron las hostilidades. Los locales se afanaban en buscar a Pustovyi, conscientes de los problemas del conjunto malagueño para contener las acciones de bloqueo y continuación. El Unicaja, por su parte, hacía lo propio, pero de otra manera, obligando al gigante ucraniano a desplazarse lateralmente cuando defendía los bloqueos. Además, el Obradoiro salió con la premisa de atacar rápido en los primeros segundos de posesión para evitar que la defensa cajista se asentase. El resultado de estas apuestas fue un ritmo alto de juego, con los locales dominando y haciendo buena su táctica. A los cinco minutos el Unicaja perdía 14-8 con Pustovyi haciendo mucho daño. Ibon Navarro tiró de Kravish para hacer correr al pívot del equipo gallego. La velocidad de ejecución del estadounidense y sus lanzamientos a media distancia no tardaron en equilibrar el encuentro al final de un primer cuarto en el que el Unicaja sólo anotó un triple de siete intentos (18-16).

Hasta ahora el Obradoiro había podido contener al Unicaja, pero la rotación del banquillo malagueño, la que más produce de toda la Liga Endesa, tuvo un impacto inmediato. Ejim firmó unos minutos soberbios y rompía el equilibrio de un partido bonito para el espectador (23-30). Sufrían los locales, ahora obligados por el Unicaja a ataques más lentos y porque cometieron varias pérdidas que el cuadro malagueño castigaba como una exhalación con contragolpes. Se sentó Kravish y esto permitió al Obradoiro volver a atacar con Pustovyi, que ahora no estaba solo y tenía el respaldo en la anotación de Howard y Kovliar. El Unicaja encajó un parcial de 8-0 y llegó por detrás al descanso (36-34).

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Los rigores defensivos de la primera parte dieron paso a un encuentro frenético de ida y vuelta. Para empezar, hubo un intercambio de triples con Carter como gran protagonista. El otro detalle fue la apuesta de Ibon Navarro por Osetkowski como 'cinco' para tratar de sacar de la zona a Pustovyi. Este movimiento castigó al ucraniano, aunque sólo de forma temporal porque el pívot siguió anotando cada vez que recibía. En el incesante intercambio de golpes, el acierto del Unicaja por medio de Carter fue clave (5/7 en triples). El equipo malagueño mantenía el ritmo y el acierto y a su rival empezaba a costarle. La igualdad empezó a romperse y así lo reflejaba el 58-65 con el que se cerró el tercer cuarto.

Tres triples seguidos del Unicaja nada más comenzar el último cuarto (Díaz (2) y Taylor) fueron un golpe tremendo a la línea de flotación del Obradoiro, que ahora sí se tambaleaba (63-75). Trataba de agarrarse el conjunto local al partido, pero ya no le daba. Quedaba un mundo, pero los argumentos del Unicaja eran mejores en los dos lados de la pista. Explotó Ibon Navarro el juego al poste de Taylor, Will Thoma y Ejim. El encuentro de este último fue formidable y fulminó todos sus récords con el Unicaja (anotación y valoración). Sin Carter, que fue el que fundió al Obradoiro en el tercer cuarto, y sin Perry, que lo hizo en el primero, el Unicaja lograba una victoria más para llegar a un gran nivel a 'su Copa'.