El Unicaja erosiona la resistencia del Casademont Zaragoza (85-71)

Mucho mejor es a día de hoy el escenario para el cuadro malagueño, que ha aprovechado muy bien el carrusel de partidos navideños y que este domingo podría asegurarse ser cabeza de serie en la Copa de Gran Canaria si pierden el Joventut, en el derbi en el Palau, y el Dreamland, esto menos factible, en su visita al Covirán.

Sin que Tillie se sumara a la anotación, fue el único, es impresionante el carácter coral de este Unicaja y cómo todos sus jugadores encuentran sus momentos de inspiración. De eso tuvo mucho que ver la victoria de anoche, minimizando al equipo revelación de este arranque de la Liga Endesa, y al jugador del momento, Bango, que acabó con sólo 9 puntos, cuando estaba asegurando más de 20 en los últimos compromisos.

El Unicaja tuvo una buena entrada en el partido forzando que no pudiera correr siempre el Casademont Zaragoza, un equipo que promediaba antes del partido la friolera de 92,4 puntos y que tiene mucha amenaza exterior. El encuentro comenzó con un duelo de pistoleros entre Osetkowski, que se fue pronto a los 10 puntos y el ala-pívot bosnio Sulejmanovic, ejerciendo de 'falso cinco', y el choque no defraudaba al espectador con el buen acierto desde el perímetro de los dos equipos.

El cuadro malagueño, casi siempre dominando el marcador, controló mucho mejor el rebote ofensivo, lo que no permitía transiciones rápidas de su rival, y fue sometiendo poco a poco cada vez más a su rival, en el que su 'jugador franquicia', Bango, el MVP de diciembre de la Liga, fue reservado apenas al tramo final del primer cuarto. No tenía del todo el pívot angoleño el día en el 'pick and roll', bien defendido por el cuadro local, aunque ya dejó dos mates de la casa antes del descanso.

En un duelo marcado por el hecho de que los dos contendientes habían competido fuera 48 horas antes, se llevaba el gato al gua el Unicaja, con una rotación más amplia (sin contar con Ejim inicialmente) y con todas las piezas enchufadas (esta vez descansó Balcerowski, junto al lesionado Djedovic), hasta el punto de que Barreiro capturó en un santiamén tres rebotes consecutivos en ataque, y el cuadro local se disparó a la máxima diferencia del partido (35-25) a 2:43 del descanso.

Había entrado en pista también Spissu, el base que pudo ser y no fue debido a una extraña circunstancia, ser echado atrás su fichaje en el verano de 2021 por no pasar el reconocimiento médico, en su primera visita al Carpena, pero era Bell-Haynes el que sostenía al Casademont en ataque, y el Unicaja, que elevó la ventaja a doce puntos, se marchó al intermedio con un margen menor tras un triple de Yusta y un dos más uno de Bango (39-33).

En el tercer cuarto los dos equipos se entretuvieron en un reparto de aciertos en triples, pero el Unicaja, pese a su iniciativa en el marcador desde las primeras canastas, seguía sin romper el partido, hasta que un parcial de 4-0, con las anotaciones de Taylor y la de Osetkowski de contragolpe llevó el tanteo al 59-49 para forzar un tiempo muerto de Fisac.

Se acercaba el Unicaja a ese momento de dejar tumbado a su oponente sobre la lona, porque todavía tuvo una marcha más en el partido, que deslomó al Casademont, ya sin recursos ante el ritmo de los locales. Todo sucedió al inicio del último cuarto, con un parcial de 11-0. Un triple de Díaz, cuatro puntos seguidos de Barreiro y un estratosférico mate de Tyson Pérez para el 72-53 (diecinueve de renta) a menos de siete minutos para el final. El ala-pívot hispanodominicano completó, por cierto, un partido colosal, con 22 de valoración y dobles figuras (11 puntos y 10 rebotes).

Quedaba finiquitado el choque, pese al triple inmediato de Bell-Haynes. Del intercambio de canastas en los minutos de la basura finales sólo quedó el detalle de que un cansado Zaragoza se quedó por debajo en apenas 71 puntos, cuando promediaba por encima de los 90. Quedó claro también el triunfo en la pizarra de Ibon Navarro.