El Unicaja impone su rodillo en Sevilla

La cita planteaba a priori ciertas dudas, por la dura resaca en el Unicaja tras la Copa de Badalona y los intentos del Betis, penúltimo y con sólo cinco triunfos, de no resignarse en las últimas semanas a su destino, con media decena de cambios en la plantilla y compitiendo bien en casi todas sus citas recientes, aunque ayer también se vio limitado a una rotación de diez piezas, incluyendo entre ellas un 'tocado' Almazán.

El Unicaja dio la sensación de manejar el partido a su antojo, con ventajas continuas desde el 2-2 inicial. A 3:30 del final del primer cuarto ya cosechaba una renta de diez puntos (7-17) que obligó a Luis Casimiro a la primera llamada de atención, y es que Pasecniks andaba algo despistado en la defensa ante Ejim y Kravish, con su estupendo tiro de media distancia. Compartiendo bien la bola el Unicaja, aprovechando espacios libres desde fuera para tirar, la impresión era la de que el Betis llegaba tarde a casi todo.

Un triple de Kalinoski (10-23) dio la máxima ventaja a las huestes de Ibon Navarro, pero llegó una pequeña reacción local con un parcial de 8-0, con seis puntos de Tyson Pérez, a raíz de una antideportiva a Sima que no vieron los árbitros inicialmente . Él y Montero, dos de los cinco recién llegados, el poder dominicano el Betis (completa la terna Báez) mantenían con vida al cuadro local, ayer de verde entero en su camiseta por una iniciativa ecológica, y el 20-25 del primer cuarto no parecía dar testimonio de la superioridad malagueña.

El Unicaja mejoró claramente su actividad defensiva durante el segundo parcial. Estaba concediendo hasta ese momento demasiados rebotes al rival en su canasta y se puso las pilas, de forma que el Betis no anotó hasta pasados cuatro minutos. Con rotaciones muy reducidas, las terceras faltas de Brizuela, Bertans y Pasecniks también parecían noticiables, aunque a la postre no fueran determinantes.

A poco que se lo proponía, el equipo cajista, sin grandes porcentajes en el tiro exterior, se movía en ventajas de diez o más puntos, ante un Betis necesitado de más ritmo en ataque. Apareció algo Carter, con algunas canastas que denotan su enorme talento, y el cuadro malagueño se pudo permitir hasta desperdiciar un ataque final para haberse ido de doce o trece arriba al descanso (30-40 al final).

Uno de los pataleos del Betis para oponerse a su sino lo situó con 37-42 tras una antideportiva de Ejim y cuatro opciones de tiros libres seguidos de los locales, pero de nuevo volvía a hacer la goma, con un 0-7 del Unicaja. Hubo cierta confusión del cuadro malagueño en algunos cambios defensivos del rival, que se animaba a medida que se agarraba más al partido, pero el 'deja vú' se repitió con 47-53 y 50-55, pues siempre estaba Brizuela u otro al quite y se entró en el cuarto final con 50-58.

.

El desenlace tuvo aún menos emoción, en un pabellón algo falto de ambiente y llegando a ser los aficionado malagueños (llegados en cuatro autobuses) los que más se hacían notar. Sin ser un gran día de acierto en el tiro, el Unicaja, que compartió mucho más la bola (23 asistencias, por cuatro del Betis) y tuvo doce rebotes más (43-31), se aprovechó de cuatro pérdidas del Betis iniciado este periodo para romper de forma definitiva el choque. Llegó a irse de quince, con un Brizuela desatado hasta los 23 puntos finales, 21 tras el descanso.

Fue un partido que dejó detalles novedosos, como los minutos de Carter de base por necesidad o una zona 3-2 para luego ajustar al hombre, y todos pusieron de su parte, con más o menos acierto (no fue el día de Osetkowski, tampoco el de Sima) para un triunfo que ayuda a posicionarse cara a los 'play-off'.