El Unicaja toma el Palau con un gran Brizuela y una estupenda defensa

Con 2/18 en triples a menos de cinco minutos del final y quizás demasiado relajado hasta que se vio realmente en problemas, el Barça sufrió su primera derrota en casa desde el 9 de enero (95-96 ante el BAXI Manresa). Sin ser un partido de grandes nombres propios, sino de juego colectivo, de implicación en la pista, destacó el papel de Brizuela, que recordó al de aquella gloriosa tarde en el Palau en la Copa de la pasada campaña. No se fue a los 33 puntos de entonces, pero sí a 22, con un incólume 5/5 en triples, casi nada.

El Unicaja ya mantuvo el tipo en un primer tiempo de lo más igualado, aunque para compensar el poderío físico azulgrana Ibon Navarro tuvo que recurrir a toda la rotación de su banquillo, los dos doce jugadores, con Alberto Díaz de baja por un problema muscular. Mientras, Jasikevicius dio descanso a Exum y Smits, y se quedó también sin Abrines, con un virus gástrico. El cuadro malagueño no tuvo problemas para compartir el balón y, por momentos, Guerrero campó a sus anchas en el rebote (cinco hasta el descanso, con dos capturas en ataque). Se vio además un duelo que evolucionó a golpe de parciales. Del 0-5 inicial al 9-5, con Davies y Mirotic enchufados, pero comenzó la exhibición de Brizuela con tres triples sin fallos (13-15).

Con 18-19 y el temor al estado físico de Abromaitis y Francis Alonso, que se dieron un tremendo cabezazo, acabó un primer parcial en el que las ocho pérdidas cajistas (por sólo dos del rival) no pesaban tanto gracias a la superioridad en el rebote (nueve a cinco). Aunque en el segundo cuarto despertó Mirotic (se fue al descanso ya con 13 puntos en su cuenta), sin que pudieran con él Oliver ni Nzosa, lo compensó la aportación ofensiva de Bouteille. Ninguno de los dos equipos estaba especialmente acertado en el tiro, pero el Unicaja sostenía el pulso, que no era poco (32-35), ante un Barça que ha ganado la Copa, ha acabado líder de la fase regular de la Euroliga y marcha primero destacado de la Liga Endesa (22 triunfos y 5 derrotas).

Otro arreón de Brizuela dio la máxima renta hasta entonces en el partido al Unicaja (33-40), aunque pronto reaccionó un Barça en el que Jasikevicius seguramente pensaba que era un día para dosificar a Mirotic, pero no pudo. Demasiados dependientes los locales de lo que hiciera su 'jugador franquicia', el choque seguía con un desarrollo áspero y unos desastrosos porcentajes en tiros de campo, hasta el punto de que un triple de Abromaitis fue el primero de su equipo desde el primer parcial.

Además, con 41-42 se vio la cuarta falta personal de Oliver, un contratiempo para un Unicaja que, pese a que el Barça puso un punto mas en defensa, llegó al cuarto final con ventaja (46-50) tras otro acierto exterior de Brizuela, que igualaba a Mirotic en tino y al que Jasikevicius se empeñaba en defender con jugadores altos.

Aunque apareció entonces el mejor Kuric, ya era tarde. Un 0-10 del Unicaja abrió una brecha definitiva incluso para el equipo más temible en Europa del momento. Los triples de Jaime y Bouteille y sendas canastas de Barreiro y Mooney colocaron un increíble 52-66 a 4:33 para el final, y al cuadro malagueño sólo le tocó maniobrar con la renta ante un rival demasiado ansioso y fallón.