El Unicaja ata a Mario Saint-Supéry

Saint-Supery está considerado uno de los mejores jugadores de su generación en Europa y esta temporada ha sido la primera en la que ha estado en la dinámica del primer equipo a tiempo completo después de haber debutado en la anterior.

Asegurarse la continuidad de Saint-Supery era algo fundamental para los responsables cajistas, debido a la proyección que tiene y al riesgo que había de que, como otros muchos valores de la cantera, acabase aceptando alguna propuesta de una universidad estadounidense, pues las ha tenido por decenas. Desde la entidad cajista se confirmó el entendimiento con el jugador, si bien no se especificó la duración del mismo, que seguramente será por varias campañas.

El Unicaja no suele hacer contratos a menores de 18 años, pero hay situaciones muy particulares, como la de Saint-Supery. Se le considera uno de esos elegidos que depara el baloncesto nacional muy de vez en cuando. Su dominio total en las categorías inferiores del baloncesto nacional provocó que, no sólo las universidades americanas llamasen a su puerta, sino que también lo hiciesen las principales agencias de representación. «Lo he intentado, pero no ha habido suerte», comentaban algunos agentes que sondearon a su padre para llevar la carrera del malagueño, cuya familia tomó finalmente una decisión. El elegido fue Igor Crespo, uno de los representantes más importantes del país y que trabaja con jugadores como Nikola Mirotic, Abrines, Tyson Pérez y Abalde, Juancho Hernangómez y Juan Núñez, entre otros.

El Unicaja fue acercando posturas con Igor Crespo desde comienzos de año hasta llegar a un principio de acuerdo que en breve podría cerrarse con la firma del escolta y la autorización de sus progenitores, pues no hay que perder de vista que el jugador todavía es menor de edad.

Saint-Supéry ha vivido un año muy especial en la primera plantilla del Unicaja. Es cierto que no ha disputado muchos partidos, pero la realidad es que ha sido uno más en la dinámica del primer equipo. En este tiempo su desarrollo físico ha sido notable, como también su adaptación al baloncesto profesional a nivel de entendimiento del juego. En estos meses la idea de marcharse a Estados Unidos ha ido quedando descartada, al tiempo que su entorno ha entendido que lo mejor era seguir en Málaga.

Esta semana fue convocado para disputar el Campeonato de Europa sub-18 que se va a disputar en Serbia. Será uno de los referentes de una potente selección que aspira al oro continental y ahí tendrá la oportunidad de mostrar su crecimiento como jugador, además de su evidente evolución física. En este sentido, teniendo en cuenta que tiene 17 años y mide 1,91 es previsible que su desarrolle más y gane en altura.

Es evidente que su temporada no ha sido productiva a nivel de minutos y partidos jugados, con sólo 17 encuentros y los choques frente al Limoges y el Granada como los que más jugó. Fue entonces cuando se benefició de la lesión de Djedovic para tener más minutos. El club pudo fichar a un temporero, pero consideró que la baja del bosnio estaba cubierta con la ayuda del jugador malagueño, un detalle que demuestra que se confía en él. Por lo que respecta a Ibon Navarro, en varias ocasiones se refirió a él como un jugador más de la primera plantilla y no como el 'canterano de turno' y es consciente del potencial del MVP del último campeonato de Europa Sub-16. Salvo cambio de planes, la idea es que el rinconero se quede en Málaga y, por el momento, no se estudia una cesión, pues es un jugador muy joven.