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El Unicaja no tiene excusas en Santiago, a donde no acude en peregrinación en pleno año jacobeo. Lo que busca es un triunfo necesario para no empezar a complicarse más la lucha por ese objetivo de mínimos que es acceder a los 'play-off', a once partidos del final. En los últimos días el cuadro malagueño ha visto cómo se ponía octavo sin jugar –por una clara derrota del Baxi Manresa ante el Valencia – y cómo se salía de la zona de privilegio siendo el único que competía, al recuperar el martes un duelo aplazado en el Palau, que perdió por un margen más amplio de lo previsto (79-55).
Sin embargo, en el pabellón Fontes do Sar (este sábado, 18.00 horas, Movistar Deportes 3, dial 56) el Unicaja no puede permitirse el error. La lucha por la sexta plaza ya estaba casi imposible; la séptima se ha alejado a ... tres victorias (tras ganar el Joventut esta semana un choque aplazado) y el Manresa y el Andorra (este, con un partido pendiente) , que se miden mañana, se han convertido en los rivales más directos en la lucha por la octava, con el premio envenenado de cruzarse en las eliminatorias con el campeón del torneo regular.
«Tenemos que jugar con más inteligencia. El técnico nos ha comentado que debemos usar mejor las faltas antes del bonus y cometer menos pérdidas«, declaró ayer antes del viaje a tierras gallegas un Waczynski que, pese a que hace ya más de cuatro años que no juega en el Monbus Obradoiro, su primer destino en España, sigue teniendo un sentimiento especial en estas citas.
Con Brizuela recuperado (tras ser baja en cuatro partidos) y todavía sin Suárez, en el Unicaja, libre de brotes por Covid-19 (sólo el problema de Mekel, que luego afectó a Suárez), quizás no se es consciente del todo de lo que se le ha complicado la temporada deportivamente a otros rivales por esta razón. Ni siquiera los abundantes aplazamientos de choques han salpicado al equipo malagueño, más allá de una demora de un día en su duelo inicial ante el Joventut.
Por contra, el Obradoiro, marcado por un mes parado en enero, lleva seis derrotas seguidas y sólo ha ganado dos partidos de dieciséis. Tras salir mermado por los contagios, ha perdido intensidad defensiva, como reconoció su entrenador, Moncho Fermández: «Es nuestra asignatura pendiente. Nuestro uno contra uno defensivo no es bueno y nos hace mucho daño. Llegamos al final de los cuartos sin agotar las faltas, con algún uno contra uno en el que puedes gastar esas faltas o ser un poco más agresivo».
Pese a ello, el Obradoiro es uno de los mejores de la Liga en triples, siendo el tercero que más anota desde esa distancia(10,36 por encuentro). Casi todos sus jugadores lo intentan. La baja forma del joven pívot Laurynas Birutis, uno de los más afectados por el brote (promediaba antes de él 12,2 puntos, 5,9 rebotes y 17,2 de valoración), pesa mucho, así como la lesión de rodilla de su capitán, el malagueño Pozas, que ya no jugará esta campaña y no ha renovado aún. Así las cosas, el turco Ozmizrak, baja en el tramo inicial, ha cobrado gran preso. Le secundan Robertson (14,5 puntos, 2,4 asistencias y 2,7 triples por encuentro) y los interiores Daum y Cohen, piezas clave de la rotación.
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