El Unicaja busca en Estambul el triunfo que selle el pase a cuartos

Sin que estén predeterminados los cruces, sujetos a sorteo, lo que sí determina la Champions es que sólo podrán darse entre un equipo primero y otro segundo de grupo de este Top 16 y que no hayan competido en esta fase en la misma liguilla. De está forma, aún sigue siendo prematuro elucubrar sobre cuál puede ser un futuro rival del equipo malagueño, que sigue superando etapas en la competición con sobresaliente. De hecho, sólo ha perdido un partido hasta ahora en ella (un 82-92 ante el Sassari, con todo decidido en la fase de grupos), por más que haya pasado apuros en algún compromiso como el disputado este martes ante el Galatasaray en el Carpena (81-76).

Después de levantar la Copa del Rey, en el Unicaja se paladea una opción a priori más sencilla de ganar otro título. Llega la fase decisiva del torneo y el cuadro malagueño está cumpliendo con las expectativas. Precisamente, los dos equipos ya clasificados se perfilan como los rivales más temibles en la lucha por el título. Por un lado, un Tenerife que es el vigente campeón, pero ya fue la víctima de los cajistas en Badalona, y un Telekom Bonn a lomos de TJ Shorts.

A día de hoy el UCAM Murcia se perfila como posible segundo clasificado en el grupo L, el AEK de Atenas, en el K; el BAXI Manresa, en el J, y el Hapoel de Jerusalén y el Estrasburgo, primero y segundo en el I, pero aún quedan dos jornadas de competición en este Top 16 para definir las cuatro series definitivas, preludio de la Final Four, que será en el Martín Carpena si el Unicaja está en ella.

Las huestes de Ibon Navarro confían en tener el factor cancha a favor también en la serie de cuartos de final, al mejor de tres partidos. Para ello necesitan ser líderes de su grupo, algo que todavía no es seguro y que trata de pelear el AEK de Atenas, que ganó el martes en Francia (63-69) y que tiene un 3-1 en su balance.

En todo caso, el cuadro malagueño viajó ayer a Estambul con la novedad de Osetkowski, baja el martes por un virus gastrointestinal que también afectó a Kravish, aunque este pudo jugar. Ambos siguen tocados, como difundio el club, pero si ambos participan habrá una gama mayor de opciones en el juego interior cajista, muy expuesto el martes.

La cita en el Carpena sirvió para comprobar la dificultad de la empresa de esta tarde. El Unicaja tuvo problemas por momentos con la defensa zonal del equipo entrenado por Pistiolis y con los cambios de asignación. Con una rotación de apenas ocho jugadores fue suficiente para plantear problemas, y en parte también se apreció, como reconoció después Ibon Navarro, cierta «ansiedad». «Necesitamos controlar las emociones; parece que tenemos que ganar de 25».

El Unicaja impuso su mayor calidad en el desenlace, en un triple de Carter mal defendido, pero fueron Brizuela y Perry, que sigue en estado de gracia, los que sostuvieron la anotación. Pero en el Sinam Erdem Arena, donde nunca ha ganado el equipo malagueño, puede haber otros líderes.