Los jugadores del Unicaja levantan el trofeo de campeón de la Copa del Rey en Badalona. AFP

El Unicaja le echa un pulso a la hegemonía futbolera

Se arroga el papel de alternativa al poder establecido tras la Copa de 2023, el subcampeonato de 2020 y la final de la Supercopa el pasado septiembre, convirtiéndose en el único equipo en España que le ha arrebatado un título a Madrid y Barcelona en estas cuatro temporadas

Miércoles, 14 de febrero 2024, 00:25

Dicen que el deporte es como el ser humano, que completa su existencia a través de ciclos. Si la persona nace, crece, se desarrolla y muere, en baloncesto se asimila a la consolidación de proyectos que perduran cierto tiempo debido a la composición de plantillas ... que alcanzan el éxito, bien por la exquisitez de su juego o, sobre todo, por la consecución de títulos que marcan épocas.

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Eso es lo que está viviendo actualmente el Unicaja, una nueva era en su trayectoria tanto por lo que encandila su juego como por los resultados que obtiene gracias al talento y a la química que desprenden unos jugadores que practican un baloncesto de memoria.

Y no es solo que el conjunto que entrena Ibon Navarro enamore al Carpena por un estilo propio, es que a nivel nacional ha calado el mensaje que quiere transmitir el Unicaja tras irrumpir en la hegemonía de Real Madrid-Barcelona: el equipo malagueño se arroga el papel de alternativa al poder establecido tras el título de la Copa del Rey en Badalona, la final alcanzada en la edición de 2020 y el subcampeonato de la Supercopa logrado en Murcia en septiembre.

Es sabido el dominio que los dos equipos que se nutren del fútbol mantienen en todas las competiciones de baloncesto, pero a lo largo de la historia siempre surgieron 'outsiders' que plantaban cara y se colaban en los palmarés de los distintos torneos, como en su día fueron el Joventut con su sinfín de denominaciones, el extinto CAI Zaragoza, surgido de nuevo después de su desaparición, o el Estudiantes, por no bucear en épocas más antiguas.

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Luego asaltó el podio un Baskonia que trató de tú a tú a los dos grandes, hasta el punto de ganar cuatro Ligas, otras tantas Supercopas y seis Copas, llegando su época dorada hasta 2010, con irrupciones en la Liga ganando la del Covid en 2020 y siendo finalista en 2018.

El Valencia, en su denominación como Pamesa, tuvo su momento álgido entre el 98 y 2006, para luego resurgir entre 2016 y 2017 con un subcampeonato de Copa y el título liguero que consagró su proyecto.

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El Unicaja es el único que ha estado presente las dos veces que ni Madrid ni Barça llegaron a la final de Copa desde 2009

Pues este Unicaja quiere seguir haciendo historia y sus números y sus impresionantes actuaciones lo demuestran, exceptuando en la Liga cuya final no saborea desde 2006 después de haber estado en tres de ellas en esa década prodigiosa. En la Supercopa, es el primer equipo en el último lustro que ha impedido la sempiterna final entre Madrid y Barça, dando bastante guerra en la edición de Murcia el pasado mes de septiembre.

Mientras, en la Copa del Rey ha pegado un golpe en la mesa muy sonado, tras su gesta en Badalona batiendo todos los récords y estableciendo hitos difíciles de igualar en el futuro. Pero es que además jugó la final de 2020, la de la última edición en Málaga, y desde 2009 es el equipo que más veces ha luchado por el título si dejamos a un lado Real Madrid y Barcelona, siendo el único que ha roto la hegemonía de uno de los dos en las 13 últimas finales de Copa. El nombre del Unicaja ha estado presente las dos veces que ninguno de los dos equipos de fútbol llega a la final, logrando el subcampeonato en Madrid 2009 al caer frente al Baskonia, y consiguiendo el título en Badalona 2023 frente al Tenerife.

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El récord de victorias seguidas en la Liga ACB esta temporada es la última muesca realizada por un Unicaja que va muy en serio para intentar repetir ese trienio mágico de 2005 a 2007 cuando ganó su primera Copa, su primera Liga y accedió a su primera y única 'Final Four' de la Euroliga. Ya se puede decir bien alto y claro: el Unicaja ha vuelto echándole un pulso a la hegemonía de los clubes futboleros.

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