El Unicaja desembarca en Singapur después de un largo viaje

Aunque el viaje fue maratoniano, los jugadores iban en primera clase en el vuelo de Turkish Airlines, por lo que lo sobrellevaron mejor que el resto. Eso sí, hubo una incidencia importante, pues Jonathán Barreiro no tenía en pasaporte con la vigencia necesaria para fuera de la Unión Europea y a punto estuvo de quedarse en Estambul.

El Unicaja y el personal de la aerolínea turca trataron de ponerse en contacto con la policía de Singapur y finalmente se decidió que el gallego se subiese al avión con la incógnita de si pasaría el control de pasaportes en el país asiático. Después de algunas gestiones, el alero se reunió con sus compañeros tras recibir el visto bueno de la polícía local. Resulta llamativo que este asunto no estuviese resuelto antes de la llegada, tanto por parte del club como de la agencia que organizó el viaje, que dispuso de los pasaportes de los jugadores para tramitar todo el papeleo.

El Unicaja compartió vuelo con el Quimsa argentino, que es el equipo que ha realizado el desplazamiento más largo para llegar a este destino asiático que acoge la Copa Intercontinental. Salió el sábado desde Buenos Aires, con tres horas de vuelo hasta el aeropuerto de Sao Paulo en Brasil. Allí tuvo tres horas de espera hasta embarcarse rumbo a Estambul con once horas de vuelto por delante, donde ya coincidió con el Unicaja y enlazó jhasta Singapur con otras once horas de trayecto. Una locura.

A pesar de que la mayoría de los jugadores 'desayunaron' sólo una hora antes de aterrizar, la diferencia horaria provocó que llegasen al hotel casi para la cena. En este sentido, la adaptación al cambio horario será uno de los retos de los jugadores durante estos días en Singapur.

El Unicaja tiene previsto este martes una jornada de atención a los medios de comunicación y por la tarde se ejercitará en el pabellón en el que se van a celebrar los partidos. Va a ser una semana de grandes acontecimientos en Singapur, pues a la celebración de la Copa Intercontinental de la FIBA, se une la visita del Papa Francisco y los preparativos del Gran Premio de Fórmula 1, que se celebra la próxima semana.