El Unicaja confirma el ridículo y estará en la Copa como anfitrión

Cuatro meses después del comienzo de la temporada, al Unicaja no se le conoce un patrón claro de juego. Sí se sabe que tiene gravísimos problemas ofensivos, a pesar incluso de que en Navidad fichó a Darío Brizuela, uno de los mejores jugadores del momento. La llegada del vasco fue una inyección de energía y pareció reordenar los roles en el equipo, pero aquello pasó a la historia. El avance de la competición ha vuelto a sacar a relucir las carencias del equipo. Tiene un déficit enorme en los triples y la plantilla no tiene un jugador interior de referencia capaz de generarse canastas. Además, en los tiempos que corren en el baloncesto actual, este Unicaja no tiene un ala-pívot con capacidad para tirar de tres y abrir el campo. Demasiadas grietas en la construcción del equipo. Las críticas de los aficionados se centran en la dirección de Luis Casimiro. El técnico no da con la tecla para que el equipo carbure y este martes hay una final en la Eurocup ante el Joventut (20.45 horas). Una derrota en casa pondría ya muy cuesta arriba la clasificación para los cuartos de final del torneo europeo, algo en lo que nadie quiere pensar...

Para evitar utilizar el comodín de ser el equipo anfitrión, el conjunto que dirige Luis Casimiro tenía que ganar en Murcia. Firmó un partido horrendo en el que se vio superado por la mayor necesidad y hambre de su rival. Es como si el hecho de estar clasificado le hubiese restado tensión competitiva. De cara al exterior, Casimiro dijo hace un par de semanas que no iba a volver a hablar de la Copa, que miraba más allá, pensando en el 'play-off', y claro, al aficionado le cuesta digerir ese mensaje, máxime cuando su equipo no alcanza unos objetivos mínimos y porque la Copa siempre importa y más disputándose en Málaga. Aunque el técnico piensa en el futuro, el aficionado vive en el corto plazo. Ve que su equipo cae ante rivales con menos presupuesto, que no hay regularidad en los resultados y que despliega un baloncesto vulgar que tiene el segundo peor ataque de la Liga.

El hecho de que el Unicaja no haya logrado la plaza por la vía deportiva es equiparable a cuando no disputó el torneo de forma repetida en la última década. Desde que fue campeón en 2006, el equipo malagueño faltó a las ediciones de Bilbao (2010) y Madrid (2011) con Aíto García Reneses en el banquillo, luego en 2013 cuando se celebró en Vitoria y el equipo estaba dirigido por Jasmin Repesa y, por último, en 2016 cuando el torneo se fue hasta La Coruña en 2016 con Joan Plaza como entrenador.

El caso de que el equipo anfitrión no se haya clasificado y haya restado una plaza a los ocho que sí hicieron méritos deportivos, en este caso el perjudicado ha sido el Burgos, ha sido también habitual en las últimas temporadas. La campaña anterior, en Madrid, la ACB invitó al Estudiantes, que ocupaba una de las últimas posiciones en la tabla. Y en 2018, el Herbalife Gran Canaria, accedió a la Copa celebrada en Las Palmas al ser el anfitrión. El conjunto canario estaba entrenado entonces por Luis Casimiro...

En el resto de duelos con equipos implicados en la lucha por la Copa, fue clave el triunfo del Bilbao en la pista del Barcelona, totalmente inesperado. El cuadro vasco demostró ambición porque se jugaba clasificarse para el torneo y se impuso 92-94 después de una prórroga. También lograron su plaza el Andorra, a pesar de la derrota en la pista del Manresa, y el Valencia, que se la jugaba en casa ante el Joventut, otro equipo con opciones, y no falló. Estos equipos se unen al Real Madrid, Zaragoza, Barcelona y el Tenerife.