Y después del confinamiento, otro parón de un mes para el Unicaja

Pendiente todavía de que la Liga Endesa reubique partidos como el que el Unicaja tiene que jugar contra el Fuenlabrada, el equipo volverá a las canchas el día 26 para afrontar un esprint que sólo dudará dos semanas en las que jugará seis partidos. Sin embargo, ni esto es seguro ya, pues los positivos en la eliminatoria entre el Hapoel Jerusalem y el Prometey podrían obligar a retrasar el comienzo de la segunda fase de la Champions. Pendiente de lo que decida la FIBA, el regreso a las canchas será ese día 26 para luego visitar al Surne Bilbao (30 de enero) y jugar en casa ante el Cluj Napoca (2 de febrero), antes de visitar al Zaragoza (5 de febrero). El día 8 jugará en la pista del Hapoel o el Prometey y el último partido antes de un nuevo parón será en casa ante el Real Madrid el 13 de febrero.

El hecho de que la Champions recupere el ritmo clásico de partido cada semana frente a los quince días de margen entre cada duelo vividos hasta ahora, deja un calendario comprimido al máximo. Así que será interesante también ver cómo responde el conjunto que dirige Fotis Katsikaris, tanto en términos deportivos como físicos.

La disputa de la Copa del Rey y la segunda ventana de selecciones fijada para mediados de mes provocarán un parón competitivo de cuatro semanas, pues el siguiente partido del Unicaja no será hasta el 9 de marzo, una eternidad. Si el cuadro cajista hubiese disputado el torneo copero, el parón habría sido menor, pero...

Para el Unicaja es vital llegar a ese parón con vida en la Champions. El Top-16 es una fase muy corta, por lo que cualquier tropiezo puede dar al traste con las opciones de clasificación. El hecho de jugar los dos primeros partidos en casa supone una gran ventaja. Teniendo en cuenta la pésima temporada que está firmando el cuadro cajista hasta el momento, no se puede permitir perder de vista otro de los grandes objetivos como es la Champions nada más comenzar el año. Casi que es mejor ni pensarlo.