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Ya no se recuerda cuándo el Unicaja tuvo a todos sus efectivos disponibles, pero en el equipo malagueño tocan madera a la espera de que ... ese 'sueño' se haga realidad en los próximos días, seguramente cara al largo viaje de cuatro días a Rusia (a Nizhny Novgorod) para comenzar el periplo en la Basketball Champions League (BCL), el torneo en el que debutará el conjunto malagueño este curso.
Fotis Katsikaris no sabe aún lo que es tener a todos sus jugadores para la rotación desde que llegó a Málaga a finales de enero, pero es que en realidad el Unicaja no pudo nunca vaciar su enfermería en toda la campaña anterior, que comenzó ya mal dada con los problemas de larga duración de Milosavlejvic, al que se acabó dando la baja, y de Jaime Fernández, que no estuvo de vuelta hasta el 30 de octubre. No fueron los únicos problemas, porque durante la campaña también hubo contratiempos relativamente importantes con Mekel, Alberto Díaz (la pareja de bases sólo coincidió en los seis primeros partido) y Carlos Suárez, que sufrió cuatro lesiones de cierta entidad que le privaron de continuidad alguna.
Tras una campaña gafada por las lesiones, el club, con el cambio en su cúpula, optó también por un cambio de piezas en el equipo de trabajo, seguramente en su afán de dar un volantazo a la preparación y al trabajo preventivo de lesiones. Así las cosas, se incorporó a Marcos Cerveró, como nuevo preparador físico, y al fisioterapeuta Javier Guerra, que trabaja ahora junto a Mario Bárbara.
El equipo empezó la pretemporada con tres 'tocados', pero los problemas de Alberto Díaz (molestias en una rodilla), Nzosa (pubalgia) y Suárez (cicatrización de una lesión muscular) se han ido superando. El base y el pívot pudieron reaparecer antes de la competición oficial, y Suárez se vistió por primera vez cara al partido ante el Herbalife Gran Canaria, aunque no llegara a jugar.
Dos lesiones de tobillo
El único contratiempo fueron sendas lesiones de tobillo de Brizuela y Francis Alonso. La más importante, la del donostiarra, en el último amistoso del verano, ya parece superada. El escolta ha ido a más en los entrenamientos esta semana y podría reaparecer mañana (18.00 horas) en la cancha del UCAM Murcia. Peor lo tiene Alonso, que se lastimó en en la derrota ante el Gran Canaria y no volvió a salir a la pista, pero en su caso, aunque no esté mañana (lo más probable, porque siguió ayer trabajando al margen en algunas fases de la sesión) su vuelta se prevé muy a corto plazo, quizás ante el Nizhny Novgorod.
También se confía en que Suárez pueda tener ya minutos mañana, de manera que si no hay nuevas lesiones Katsikaris podrá readaptar roles en su rotación, ya con catorce jugadores, si se incluye al canterano Pablo Sánchez, y hacer descartes. La principal consecuencia a medio plazo será ver a Barreiro jugar únicamente como alero, tras tener que hacerlo más de 'cuatro' y hacérsele un contrato de un mes a Vicedo, que cederá su reducida cuota de minutos al gallego y a Bouteille antes de salir. Con todos disponibles también se superpondrán demasiados perfiles de tiradores (Brizuela, Cole, Alonso, Bouteille) y es probable que Cole tenga que asumir más responsabilidades en la dirección de juego junto a Díaz y Jaime Fernández.
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