El Unicaja, ¡campeón de la fase regular de la Liga ACB!

Un recital de triples (diecisiete, récord del equipo este curso y a tres de su mejor registro de siempre) le permitió este domingo derrumbar la resistencia del colista, que aguantó apenas 18 minutos antes de sacar la bandera. Meritoria fue la presencia de seguidores del Zunder Palencia en el pabellón exhibiendo pancartas con los 17.000 kilómetros recorridos con los de morado. Al Unicaja le espera ahora el BAXI Manresa en cuartos de final de los 'play-off', que afrontará con factor cancha en todos los cruces posibles, un beneficio que ya le permtió ser campeón en 2006. Esquivó el temido cruce con el Baskonia, rival de Euroliga, que entraba en la calculadora y con el riesgo de una serie a no más de tres enfrentamientos.

Pese a la euforia en el ambiente, el Unicaja volvió a ganar por fondo de armario y no empezó bien. Entró ansioso en el partido, y ya se sabe que las prisas no son buenas en el deporte de alto nivel. Demasiada precipitación en su juego, que le llevó a nueve pérdidas minutos antes del descanso, cifras inopinadas en el modelo de juego de este equipo, que tampoco mostró su mejor tono defensivo, permitiendo campar a sus anchas a Pasecniks en las continuaciones. Es el Palencia un equipo que induce al engaño. Colista y descendido hace semanas, en su debut en la ACB, la plantilla se apuntaló con el curso de la temporada con hombres como Frankamp, Hands y Piñeiro. Su nivel fue a más, pero en muchos partidos remó para morir en la orilla.

Liderado por Benite, que atinó en sus tres primeros triples, el Palencia llevó la iniciativa en el partido casi todo el primer tiempo, aun sin grandes rentas (no más de cinco puntos). Mientras, anotaba más desde fuera el Unicaja, en el que Ibon Navarro acentuó el ritmo de la rotación, sobre todo las de las piezas interiores, tratando de encontrar quintetos fiables, pero sobró más de un tiro mal seleccionado y excesivas prisas por agradar, por amarrar una victoria que desde el entorno se daba por hecha. Descansando Kravish, Osetkowski llegó a jugar minutos de 'cinco' y, paradójicamente, fue un tiempo muerto pedido por Luis Guil a dos minutos y medio del descanso, tras un triple de Ejim (33-34), lo que desató la primera gran acometida local, que se fue al intermedio ocho arriba (42-34) tras un parcial de 12-0. Tuvo mucho que ver en el estirón un Perry penetrando con acierto y acertando de tres, y una recuperación de Djedovic para una antideportiva de Ubal. El Unicaja, más reconocible, se puso las pilas atrás y todo dio un giro.

La apisonadora continuó el trabajo tras el descanso. Hubo dos factores cruciales, uno la cuarta falta de Pasecniks, referente del Palencia casi a 19 minutos del final. Fueron dos infracciones seguidas, pero es que además el Unicaja siguió con unos niveles de acierto en torno al 50% desde el perímetro, y eso terminó de acabar con la resistencia visitante, pese a que por momentos el juego del equipo local mostraba desajustes y cierta imprecisión.

Son los minutos en los que el Unicaja suele arrasar cuando ha sembrado en el primer tiempo. El Palencia se puso en bonus de faltas muy pronto en el tercer cuarto y entró en el periodo final veinte abajo (68-48). El partido había dejado de tener interés y todo se centraba en la fiesta en el Martín Carpena y en los marcadores simultáneos, que condujeron al final a la mayor de las sospechas, el BAXI Manresa. Era la opción más probable antes de la jornada. Comienza una nueva ilusión. Arrancan los 'play-off'... del campeón de la fase regul