El Unicaja busca refugio en la Eurocup

Sobre el papel, el Unicaja es superior, pero el conjunto malagueño se está mostrando muy frágil en este arranque de temporada. Los problemas son conocidos, y esto es lo peor de todo, pues se pudieron solventar en verano. El divorcio entre Luis Casimiro y Thompson es total, pero de momento de puertas hacia dentro. El estadounidense cada vez cuenta menos para el entrenador manchego y eso es un problema porque debía ser esta temporada un jugador diferencial. No es un asunto fácil de solucionar por motivos económicos. Ante el Manresa jugó once minutos, pero hoy le hará falta porque el Mornar, si algo tiene son pívots con experiencia. Thompson centra las críticas del entrenador, pero Gerun y Guerrero no aportan mucho más que el estadounidense. La falta de recursos interiores del Unicaja es alarmante, por lo que el chaval Nzosa es el clavo ardiendo al que agarrarse.

El congoleño no para de batir récords en la ACB a sus 16 años, pero no convendría responsabilizarlo con el peso de un proyecto de millones de euros como es el del Unicaja. Con los pívots en el ojo del huracán, tampoco la rotación exterior está ofreciendo el rendimiento que se esperaba. Brizuela, Bouteielle, Alonso, Mekel, Waczynski y Díaz tienen un potencial enorme, pero quitando al último, están defendiendo muy poco. Es evidente que ahí también falta un elemento que eleve el físico.

Delante habrá un rival peligroso. Su jugador más destacado es el estadounidense Isaiah Whitehead, segundo máximo anotador en la primera jornada con los 25 puntos que le hizo al Ulm, y lo acompaña un veterano como Jacob Pullen, siempre peligroso. Ambos asumen la responsabilidad anotadora. Por dentro, el Mornar Bar puede hacerle daño al Unicaja. Cuenta con dos veteranos como Milko Bjelica y Uros Lukovic, además del estadounidense Kenny Gabriel, con gran capacidad reboteadora