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'Ga-nar'. 'Com-pe-tir'. Ni el cambio de entrenador en plena crisis ha permitido que el Unicaja sea capaz de conjugar ambos verbos. Más allá de cambios en las rotaciones (Gerun, arrinconado; Ferrari, irrelevante; Nzosa, el que más juega de los hombres ... altos), de aplicar propuestas distintas en el juego y reclamar una mayor actividad defensiva, nada de esto vale si el equipo no compite y, por ende, no gana.
El Unicaja está a dos derrotas de igualar su peor serie histórica desde los ochenta, que fue la sufrida en la temporada 2011-12, a las órdenes de Chus Mateo, con quince tropiezos en dieciséis encuentros. La racha actual es de trece partidos perdidos de catorce (con la excepción de la victoria por 75-91 en Bilbao) y en el horizonte cercano están la cita de este mediodía (12.30 horas, Movistar Deportes) en Fuenlabrada y la de los cuartos de final de la Copa del Rey (viernes, a las 21.30) ante el potente Barça.
El amago de reacción no le ha dado al cuadro malagueño más que para nadar y morir en la orilla. Tirar el esfuerzo de algunos minutos de buen rendimiento en los dos lados del campo con decisiones lamentables en el ataque o malas defensas, como se pudo ver en los minutos finales del duelo del martes en Nanterre (80-74), en Sevilla (78-75) o en la derrota ante el Valencia (85-89). En definitiva, dejar de competir y permitir que la suma de la falta de confianza de las individualidades merme las opciones de triunfo.
Convertido en rutina el hecho de perder, algo sorprendente cuando este mismo equipo ganó trece de los quince partidos previos al bache, al Unicaja se le agota el margen de error ya incluso cara a meterse en los 'play-off' por el título, algo que también podría hipotecar su presencia la próxima campaña en la Eurocup, torneo en el que le queda por jugar este curso dos partidos más de una total intrascendencia.
El Unicaja es noveno, pero no se puede pasar inadvertido que tres de sus perseguidores (MoraBanc Andorra, UCAM Murcia y Monbus Obradoiro) podrían igualar o superar su balance cuando jueguen sus citas atrasadas. Esto da idea de la necesidad de un punto de inflexión para un equipo que viene de perder dos partidos ante el Betis (con sólo cinco triunfos toda la campaña) y un Nanterre muy físico pero con apenas tres jugadores de nivel.
El foco en el rival iba a ser, cómo no, un Melo Trimble que marcó, con 27 puntos y 34 de valoración el duelo de la primera vuelta (84-90, el 22 de diciembre). Sin embargo, el base estadounidense causará baja para el partido tras sufrir la desinserción de la cresta ilíaca de los músculos oblicuo, mayor y menor, debido a un fuerte golpe en el anterior partido, como explicó el club madrileño. No se trata de una ausencia cualquiera. Promedia 18,3 puntos y es el mejor anotador de la Liga Endesa, además del cuarto mejor valorado (con 17,9), aunque llevaba dos partidos de capa caída.
Sin disponer tampoco de Ehigiator ni Vene, el Fuenlabrada recupera al menos a Chema González. Últimamente han llegado el base Novak y los interiores Cheatham y Sharma. Eyenga está jugando más como 'cuatro' y han actuado ya veintidós jugadores distintos en lo que va de curso.
Aunque el Unicaja actual parece lejos de intimidar ante su nefasta racha de derrotas, los técnicos rivales no pierden su discurso previsor. El del Urbas Fuenlabrada, Javier Juárez, manifestó cara al duelo de hoy: «Es fundamental que estemos a un gran nivel defensivo. Tenemos que cortar su anotación. Ellos tienen jugadores magníficos exteriores y tenemos que parar su ritmo a campo abierto, que no anoten con facilidad. En un mal partido te meten ochenta puntos. Tenemos que reducir eso«.
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