Un triste Unicaja se muestra impotente en Burgos (89-74)

El comienzo del choque no respondió a lo que se jugaban los dos equipos, especialmente el Burgos, que comenzó el encuentro como colista de la Liga. La ausencia de tensión defensiva permitió que el Unicaja jugase cómodo y mandase en el partido con los puntos de Bouteille. Era el escenario perfecto para que el francés se soltase. Sus defensores le permitían lanzar y atrás no tenía exigencia alguna, así que estaba cómodo. El alero logró 15 de los 21 puntos del Unicaja en el primer cuarto, incluidos los tres triples que logró el cuadro cajista que cerró los primeros diez minutos ganando 16-21.

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El panorama no favorecía los intereses del conjunto local que, como era de esperar, endureció el juego e impidió al Unicaja correr en todo momento. Sin la libertad de antes, el ataque malagueño se desplomó en el comienzo del segundo cuarto, pero lo peor estuvo en la sucesión de pérdidas que permitieron un parcial de 7-0 para el Burgos (30-23, min. 13). A estas alturas del partido, Clemmons ya era el máximo anotador local, pero el lo mejor del estadounidense estaba por llegar, infalible desde la línea de tres para acabar el segundo acto con 18 puntos. Ni Díaz ni Mooney ni Fernández pudieron frenarlo. Bouteille ya no se encontraba cómodo en el nuevo escenario y Brizuela no surgió como alternativa. El vasco estaba fuera del encuentro y dos de los triples que intentó no tocaron ni aro... El Unicaja salvó los muebles con alguna canasta de Kravic y llegó al descanso perdiendo 46-37.

La dinámica del partido se acentuó, aunque no por los méritos del rival, sino más bien por las limitadas prestaciones de un Unicaja que lo primero que hizo al arrancar el segundo tiempo fue cometer varias pérdidas que permitieron que creciese la renta local con facilidad (51-37). Mejoró algo en defensa el cuadro cajista, pero en ataque le costaba un mundo anotar si Bouteille no estaba en la pista. Brizuela y Fernández seguían perdidos y así era complicado. Los últimos minutos del tercer cuarto confirmaron el dominio total de un Burgos que dominaba con sus pívots y su defensa a un Unicaja superado (68-54).

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El partido estaba liquidado y esta vez no se esperaba la clásica reacción del Unicaja, que suele tirar de orgullo sólo cuando tiene el agua al cuello. Y no llegó porque no había fuerzas ni ideas. Brizuela y Fernández continuaron ampliando su calamitosa estadística y los pívots locales arrasaron por completo a los del Unicaja. La renta alcanzó los 22 puntos y con muchos minutos por delante, el equipo malagueño pedía la hora para que acabase el sufrimiento.