El Unicaja aguanta el recital de Howard y tumba al Baskonia (84-93)

La puesta en escena del Unicaja fue perfecta. Con ritmo, acierto, velocidad y agresividad superó por completo a un rival que evidenciaba cierto nerviosismo por el ambiente que lo rodea en los últimos días. 5-14 se colocó el cuadro cajista en cuatro minutos, un marcador que hacía presagiar un partido cómodo. Pero reaccionó el Baskonia primero por medio de McIntyre. Había orden de 'flotarle' en los triples, pero el caso es que el estadounidense metió dos y eso dio aire a su equipo. La salida de Moneke supuso un nuevo impulso para los locales, pero el Unicaja dominaba el rebote y lograba contenerlos, en parte porque el Baskonia ofrecía continuos desajustes en su defensa, lo que le permitió cerrar el primer cuarto por delante (19-25).

El Baskonia siguió apretando, quizá con más energía que baloncesto y el Unicaja no tenía problemas para, no sólo seguir mandando, sino para ampliar su ventaja con dos triples seguidos de Carter (23-33). La respuesta del conjunto vasco fue poner más agresividad y ahí flojeó el cuadro malagueño. El nivel físico del partido era de Euroliga, lo que provocó que el Unicaja fallase muchos lanzamientos cerca del aro, así que el encuentro se fue equilibrando hasta que el Baskonia terminó de ponerse por delante con un parcial de 20-7 hasta el 43-40. Moneke, imparable, tuvo mucho que ver en el vuelco que dio el encuentro. Ibon Navarro paró el partido y rotó a su banquillo intentando encontrar cinco jugadores que aguantaron el tipo. La respuesta llegó con el más pequeño, Perry, que con su velocidad permitió el empate al descanso (44-44).

La diferencia de concentración con la que los dos equipos salieron del vestuario marcó el tercer cuarto. Mientras el Unicaja pegaba bocados en defensa, su rival estaba ciertamente contemplativo, casi pasota. El Unicaja olió la sangre y no perdonó. Del empate a 50 se pasó al 50-68. Fue un recital de juego malagueño. Defensa, velocidad de ejecución, transiciones rápidas y un Tyson Carter pletórico. El Baskonia estaba en la lona y lo peor es que su juego dejaba mucho que desar. Cero elaboración, sólo acciones de uno contra uno y, lo que es peor, bajo acierto. El Unicaja tenía el partido en su mano tras cerrar el tercer cuarto ganando 60-73.El choque estaba bajo control y sólo algo anómalo podía impedir el triunfo malagueño. Por desgracia para el Unicaja apareció este inesperado factor personificado en la figura de Markus Howard.

El máximo anotador de la Liga, que no había anotado antes del último cuarto, se echó el equipo a la espalda y decidió que iba a remontar él solo. Imparable, el estadounidense anotó un triple detrás de otro. Díaz no podía frenarlo, pero tampoco Perry después. A un minuto y medio para el final la renta de 15 puntos que llegó a tener el Unicaja se había esfumado (83-84). Por momentos cundió el pánico en las filas cajistas, pero emergió un sensacional Taylor, con un par de triples tranquilizadores para frenar la avalancha local y dar la victoria a su equipo.