El Unicaja mejora, pero no puede con el Barcelona (70-79)

Habrá que esperar para la primera victoria del Unicaja en la Liga Endesa esta temporada. El conjunto que dirige Luis Casimiro mejoró respecto al choque ante el Joventut y plantó cara al Barcelona, pero no pudo con la defensa azulgrana y tampoco con el dúo que formaron Abrines (21) y Mirotic (24). Por el equipo cajista, el máximo anotador fue Brizuela, con 17 puntos. El Unicaja vuelve a jugar el domingo en la pista del Andorra (12.30 horas, Movistar), donde tratará de inaugurar su casillero de victorias.

La puesta en escena del Unicaja fue la que requería el partido y el rival. Frente al Barcelona el equipo malagueño no se podía permitir el perfil blando del lunes en Badalona. La concentración defensiva fue clave para mandar en el choque desde el momento. Más ayudas, más movilidad y anticipación permitieron al conjunto que dirige Luis Casimiro ponerse por delante con aparente facilidad, aunque detrás del 13-7 a los cinco minutos había un trabajo muy serio. Esta vez, el Unicaja controlaba el rebote sin importar que delante estuviesen pívots como Pustovyi, primero, y Davies, después. La clave estuvo, además de la solidaridad en el esfuerzo defensivo, en el trabajo de Rubén Guerrero, que hizo lo que se espera de él: defensa, intimidación y rebote. El Unicaja cerró el primer cuarto mandando totalmente en el partido porque, además de lo antes explicado, añadió su acierto en el triple (21-16).

La brecha en el marcador creció desde esa compostura defensiva que mostraba el Unicaja y que creaba muchos problemas a un Barcelona atascado. El segundo cuarto fue de Brizuela. El vasco tuvo unos minutos brillantes que dispararon a su equipo en el marcador (38-25). Eran los mejores momentos del Unicaja desde que echó a andar a mediados de agosto. Jasikevicius paraba el partido y maldecía en inglés delante de su banquillo. Al cuadro cajista le sobró el último minuto y medio antes del descanso. Un par de pérdidas absurdas permitieron siete puntos seguidos de un Abrines que fue el único sustento fiable de su equipo.

El paso por los vestuarios devolvió un encuentro mucho más denso. Como era de esperar, el Barcelona dio un paso adelante en defensa. La verdad es que fue grande y al Unicaja se le empezó a atrangantar el partido. Abrines seguía a lo suyo, pero ahora aprovechándose de los despistes defensivos del cuadro local. El problema es que también apareció Mirotic y esto lo cambió todo. El parcial culé fue demoledor, del 41-32 al 45-48. El Unicaja perdió la frescura en ataque sin Mekel en la pista, pero, a pesar de todo, y con la que le había caído, llegó al último cuarto perdiendo sólo por 49-54.

Lo logró cambiar la dinámica del partido el Unicaja, con su ataque empantanado, demasiadas pérdidas y pocas ideas. Casimiro recuperó a Alonso y un triple suyo apretó el partido, pero los errores eran demasiados frente a un rival como el Barcelona ante el que no se pueden hacer concesiones (57-65). En los últimos cinco minutos Brizuela hizo del partido un asunto personal para mantener con vida a su equipo (63-69) e incluso le 'dedicó' un triple con rabia a Jasikevicius. Casimiro apostó por un quinteto pequeño para apretar en defensa, pero cuando se decidía el partido varios errores seguidos abortaron con cualquier opción de victoria.

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