De padres a hijos: El Unicaja, con el baloncesto en las venas
COMIENZA LA LIGA ENDESA ·
La ACB está repleta de apellidos ilustres y en el cuadro malagueño, Francis Alonso, Abromaitis, Bouteille, Brizuela o Waczynski proceden de familias con gran tradición en el mundo de la canasta
En la temporada 1980-1981, el Caja de Ronda lograba la gesta de proclamarse campeón de Primera B para lograr el ascenso a la ACB. En aquel modesto equipo, destacó un zamorano que había llegado unos años atrás al club y que se convirtió en ... referente anotador, Paco Alonso. Esa misma campaña, el Real Madrid de Primera División fichó a un joven jugador norteamericano que había salido elegido en la quinta ronda del Draft de la NBA, pero que terminó marchándose a Europa para iniciar su carrera. Era Jim Abromaitis, un talentoso ala-pívot al que no le fue bien en España a las órdenes de Lolo Sainz. Alonso y Abromaitis no coincidieron en la misma categoría por muy poco, pero ahora esos dos apellidos se vuelven a unir, exactamente 40 años después, en el Unicaja y como compañeros de vestuario. Francis Alonso y Tim Abromaitis, hijos de los dos protagonistas anteriores, son sólo un ejemplo más de jugadores procedentes de familias con gran tradición baloncestística que han llegado a ser profesionales en competiciones en los que anteriormente había jugado sus progenitores.
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En el caso del escolta malagueño, ha visto a su padre formar parte del club de su vida prácticamente a todos los niveles, ya que cuando él nació era entrenador de la cantera y pocos años después entró a formar parte del primer equipo, en la etapa de Maljkovic e incluso llegó a ser primer entrenador.
Eso sí, Francis no llegó a conocer a su padre como jugador profesional, como tampoco lo hizo Abromaitis con el suyo, que solo jugó una temporada en España y se retiró antes de que naciera el actual pívot del Unicaja. Curiosamente, ambos jugadores guardan similitudes en su físico y su juego con sus respectivos padres.
No son los únicos jugadores del Unicaja que han tenido en casa referentes relacionados con el baloncesto. Waczynski es nieto de uno de los personajes más importantes de la historia del baloncesto polaco, Szczepan Waczynski, que fue jugador, entrenador, directivo e incluso árbitro. Además, junto a su hijo Witold, padre del actual jugador del Unicaja, formó un club de cantera. «Empecé a jugar con 6 años, mi abuelo y mi padre crearon un club para que mi hermano, mis primos y yo pudiéramos jugar», explicaba recientemente el alero. «El baloncesto está en mi sangre, también me permitió conocer cuando tenía 16 años a la que ahora es mi esposa, que también era jugadora de baloncesto», dice en referencia a Natalia Niewrzawa, muy conocida entre la afición del Unicaja por su cercanía.
Quizás alguno de los hijos de Waczynski llegue a ser profesional, como lo es ahora Darío Brizuela. Sus padres también se conocieron en una cancha de baloncesto: Javier Brizuela era entrenador y Marian Arrieta, jugadora en primera y segunda división en San Sebastián. Además Darío no es el primer Brizuela en la ACB, ya que su tío Txus Brizuela -con el que el escolta del Unicaja ha entrenado muchas horas- jugó en el Baskonia a las órdenes de Pepe Laso (por cierto, otro apellido histórico del baloncesto español y padre del exjugador y ahora entrenador del Real Madrid).
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Entre los nacionales del Unicaja, el padre de Carlos Suárez, Carmelo Suárez, también hizo sus pinitos como jugador en el EISA de Aranjuez, aunque no llegó a profesional como el actual capitán del equipo malagueño. El hermano de Carlos, Dani Suárez, es futbolista profesional que actualmente milita en el Asteras Tripolis griego.
Otro jugador del Unicaja con gran historial familiar en lo que referente al baloncesto es Axel Bouteille. El tirador francés es hijo de Franck Bouteille, alero que militó en varios clubes franceses de Primera y Segunda división. El hermano pequeño de Axel, Theo, también es jugador profesional en Francia.
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Muchos apellidos ilustres en un club en el que las sagas familiares han marcado mucho, solo hay que pensar en Carlos Cabezas padre e hijo o en Bernardo y Berni Rodríguez. O más recientemente en Domantas Sabonis, que brilla en la NBA tras crecer a la sombra de Arvydas, uno de los jugadores europeos más importantes de todos los tiempos –que no jugó en el Unicaja, pero se entrenó muchas veces en el Carpena y hubo más de un intento por ficharlo–.
Otros ejemplos en la Liga ACB
¿Y en el resto de la Liga Endesa? Pues decenas de jugadores cuyos padres tuvieron buenas carreras como profesionales. Algunos ejemplos son: Rudy Fernández -sus padres Rodolfo Fernández y Maite Farrés destacaron en el Joventut y su hermana Marta tiene un brillante palmarés como jugadora–; Álex Abrines –su padre Gabriel Abrines jugó en ACB en Huesca y Cáceres–; Oriol Paulí –su padre Joan fue jugador y curiosamente Aíto le entrenó en el Cotonificio de Badalona y 36 años después a su hijo en Gran Canaria–; Javier Beirán –su padre José Manuel fue parte del mítico equipo español que ganó la plata en Los Ángeles 1984 –, Pau Ribas –su padre Jordi jugó en el Joventut–; Alberto Abalde -su padre Alberto es un histórico del Clesa Ferrol y su hermana Tamara, internacional absoluta. es una de las grandes jugadoras de la Liga Femenina 1; o el más joven de ellos, Carlos Alocén –su padre Alberto se formó en el Real Madrid y jugó en varios equipos–. Ya saben eso de que de tal palo...
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