El peor Unicaja aplaza sus deberes en la Champions

Después del esfuerzo de la Copa, de unas vacaciones merecidas para casi todos (salvo Díaz y Perry) y con Osetkowski y Kravish en liza pero lejos de su mejor tono físico tras un virus gastrointestinal, puede llegar a entenderse un tropiezo de este tipo, máxime cuando hay margen para minimizar daños. Incluso, la mejor lectura para el cuadro malagueño fue no ceder en el 'basket average', tras una derrota por cinco puntos (72-67), como la victoria del martes en Málaga.

El primer cuarto lo cerró con un paupérrimo 6/20 en tiros de campo, con errores increíbles a tablero, con mala circulación y sufriendo inicialmente en defensa en las ayudas incluso. Con 13-5 y un parcial de 10-0 Navarro abroncó a los suyos para ponerles las pilas, pero no se vieron los primeros brotes verdes del equipo hasta el segundo cuarto. La mejora defensiva fue evidente y dos triples seguidos de Perry y Carter, no mucho después de otro de Osetkowski, dieron al fin una ventaja (26-27) al cuadro malagueño.

Pero como en todo el partido fue un espejismo. No estuvo nunca cómodo en el encuentro el Unicaja, cuyos escasos momentos xde renta apenas apuntaron a una consolidación de sus ideas. Las variantes de defensas zonales de ambos equipos enriquecieron tácticamente el partido, y Pistiolis reclamó atención de los suyos a los movimientos de Thomas posteando, de nuevo vitales, pero cuando el Unicaja parecía que volvía al choque y se metía en él volvieron a llegar los problemas en un Sinan Erdem Arena con muy poco ambiente. Fue ahora Kabaca el que clavó dos triples (34-30) y evidenció los problemas para defender a ala-pívots abiertos.

Trató de solucionar el desaguisado Perry corriendo, pero el Unicaja aún se fue por debajo al intermedio del choque (41-37) con un Galatasaray dirigido por un Russell sin tiempo de descanso.

Dos triples de Koksal a la salida del intermedio preludiaron quizás la mejor fase de juego de las huestes de Ibon Navarro. Una canasta de 'palomero' de Thomas y una antideportiva de Russell, de la que no se pudo sacar mucha tajada con dos faltas inoportunas de Kravish. La mayor ventaja fue ese 47-53, tras otro acierto de Carter y una canasta al contragolpe de Kalinoski.

El Unicaja apabullaba a su rival en el rebote, dominaba entonces claramente en la valoración, pero no era capaz de hincarle diente a un Galatasaray que apuraba sus últimas opciones para no verse fuera del torneo, lo que hubiera sido toda una decepción. El 56-58 con el que cerró el tercer parcial denotaba una vez más que habría que sufrir mucho para conquistar de antemano el objetivo.

Pero el cuarto final fue una película de miedo del Unicaja, con mucho bote y sin ideas algunas. A 6:29 del final llegó la segunda canasta (67-62), tras un tapón ilegal de Kabaca, Suerte que el Galatasaray también andaba impreciso y no se había ido en el tanteo, pero con un 37,5% en tiros de campo es poco menos que imposible ganar un partido de baloncesto.

Ni siquiera aprovechó el Unicaja la cuarta falta de Russell nada más empezar el cuarto final, con lo que la estrella del cuadro turco siguió dirigiendo el cotarro a su aire. Unos arrebatos de Brizuela situaron por dos veces al equipo cajista a dos y ahí se fueron los últimos hálitos de vida. Una pérdida de Osetkowski al tratar de hacerse con un rebote y dos intentos lejanos de Kalinoski sin tino la rubricaron.