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Este lunes se cumplirá un año de un giro clave en el devenir del Unicaja, que ha logrado enderezar su rumbo con la figura de Ibon Navarro en el banquillo, además de nueve fichajes muy acertados en la plantilla durante el verano. Tal día como ... el 6 de febrero, pero de 2022, siendo domingo y a las 15.40 horas, la entidad de Los Guindos oficializó lo que ya se intuía, la destitución de Fotis Katsikaris al frente de la plantilla.
Un 93-82 en la pista del Casademont Zaragoza lo precipitó todo. El Unicaja había quedado fuera de la Copa del Rey y caía en picado en la Liga ACB, lo que incluso comprometía su permanencia en la categoría, una situación calamitosa. Un año y diecisiete días había durado el entrenador griego al frente del equipo cajista, después de suplir a Luis Casimiro y no enderezar el rumbo ni frenar la decadencia.
Ya al conocerse la salida de Katsikaris era más que un secreto a voces la llegada de Ibon Navarro en su lugar, pero el martes 8 fue un técnico de la casa, Ángel Sánchez Cañete, quien estuvo al frente del Unicaja en la derrota en la visita al Prometey en la Champions (70-69). El miércoles 9 se hizo oficial la contratacion del vitoriano, que llegó en un vuelo procedente de Barcelona, pues se desplazó por carretera desde Andorra, donde residía con su familia y debutó con una derrota corta ante el Real Madrid (91-92) en el Martín Carpena.
El balance de Navarro en el tramo final de la temporada anterior no fue ni mucho menos ilusionante, con ocho vitorias y doce derrotas en partidos de competición. En Europa se cedió ante el BAXI Manresa en la serie de cuartos de final de la Champions, y en la Liga el equipo terminó duodécimo con 13-21 en su balance, el peor del siglo, aunque buena parte del mismo era heredado por su antecesor en el cargo.
Sin embargo, con la decisión de elegir a Ibon Navarro y, la no menos importante, de mantenerle en el cargo para que fuera el referente del nuevo proyecto deportivo, se sentaron las bases del exitoso rumbo actual, con la afición acudiendo en masa al pabellón y los objetivos intactos en todas las competiciones: clasificación para la Copa de Badalona, medio pie en los cuartos de la Champions y quinto en la Liga. En esta campaña 2022-23, el Unicaja presenta un 9-1 de balance en la BCL y un 13-6 en la Liga Endesa, para un 22-7 en el hacer del entrenador, que deja un 30-19 final en este año a punto de cumplirse.
En lo menos tangible, en el Unicaja gustó mucho su afán de unir a la plantilla con muy variopintas iniciativas y terapias grupales en el segundo tramo de la temporada anterior. Luego fue clave su criterio junto al del director deportivo, Juanma Rodríguez, para quedarse con sólo tres jugadores (Díaz, Brizuela y Barreiro) y elegir perfiles muy concretos para un nuevo equipo, en el que siempre ha quedado claro su intención de practicar un baloncesto rápido y agresivo, con uso de muchas faltas, rotación amplia y sin perdonar los fallos del rival corriendo la pista. El resultado está ahí.
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