Ultimátum del Unicaja a Luis Casimiro

De este modo, el encuentro de mañana en la Eurocup ante el Mónaco es ya una final en términos totales (18.30 horas, DAZN). Lo es para el técnico, que será puede ser destituido si no se gana, pero también lo es para el equipo, pues un tropiezo más en el Top-16 dejaría ya un panorama demasiado complicado para clasificarse después de la derrota ante el Joventut la semana pasada en Málaga.

Pero los síntomas que ofrece el Unicaja han provocado que ni incluso la victoria pueda servir de 'salvavidas' al técnico. Algunos consejeros que dudaban de que la situación fuese tan grave están ahora sobrepasados por los acontecimientos y la imagen que está dando el equipo. Hay quien considera que el relevo debería producirse incluso si se gana en Mónaco, pues ni la victoria garantiza una mejoría inmediata a corto plazo. El problema viene de lejos.

Se da la circunstancia de que el consejo del club cajista tuvo en su día un informe que desaconsejaba la renovación del entrenador, según explicaron fuentes del mismo, pero se optó por su continuidad debido a lo particular que fue la campaña pasada por la pandemia del coronavirus. También pesó la final de la Copa del Rey jugada en Málaga.

Es la tercera ocasión en la que el entrenador del Unicaja se encuentra en esta situación, aunque la actual es la más grave. En su primera campaña ya se generaron dudas por el pobre papel en la Copa y en la Eurocup, con eliminaciones a las primeras de cambio. Luego llegó el 'play-off' ante el Valencia y aquella frase que lo señaló ante la afición valorando de forma positiva la temporada.

Aquello marcó un antes y un después de Casimiro cara al público. A partir de entonces fueron habituales los pitos en las presentaciones, algo que asumió con cierta normalidad. La campaña pasada, el equipo volvió a mostrarse irregular y jugó la Copa al ser anfitrión después de no haber acabado la primera vuelta entre los ocho primeros. Otro borrón. La pandemia impidió ver de lo que sería capaz en el resto de la temporada y la Liga se solventó con la Fase Final a la que el Unicaja accedió después de las gestiones del presidente, Eduardo García, para que se ampliase el número de participantes, toda vez que el equipo era undécimo cuando se paró la Liga. Luego compitió y rozó la clasificación, pero quedó tercero de su grupo.

Con todos estos antecedentes llegó el verano y el club sufrió un importante recorte presupuestario. La continuidad de Casimiro se sustentó por la aparente mejoría que se vio en la Fase Final, pero el técnico no fue partidario de ciertos retoques (juego interior y línea exterior) algo que también contó con el visto bueno del consejo, que no de la dirección deportiva que ya advirtió de las carencias.

Luis Casimiro afronta ahora su peor momento al frente de un equipo lastrado por aquellas decisiones del verano, especialmente en la parcela del juego interior, además de por las lesiones. El encuentro ante el Mónaco aparece como su última bala, aunque incluso podría no valerle.