TRIUNFO SIN BRILLO

El Unicaja consolidó anoche en Polonia su posición de privilegio en el Grupo D de la Eurocup y poco más. Quizás un paso delante de Deon Thompson, que nos pareció el único atacante solvente del equipo.

Luis Casimiro, para empezar, volvió a colocar al pívot americano y a Gerun como juego interior, dos bases y un tirador. Los locales intentaban sacar provecho de la superioridad física de Bostic sobre Adams; el Unicaja, por su parte, insistía en pases a los pívots. De cualquier forma, el ritmo de anotación era bastante lento y el marcador se movía poco. El cuadro malagueño no acertaba desde fuera, pero fue el primero en abrir brecha en el marcador, gracias a la fortaleza de su defensa interior, especialmente tras la entrada en cancha de Elegar. En el segundo cuarto, con cinco hombres de banquillo, el Unicaja intensificó su presión en todo el campo y con más ritmo en el juego dio otro tirón. Sin embargo, en cuanto los polacos acertaron tres tiros seguidos, le dieron la vuelta al marcador y se fueron al descanso por delante, porque el Unicaja había fallado doce de sus trece triples y ninguno de sus jugadores había anotado más de cuatro puntos.

Después de la pausa, con Elegar, Ejim y Thompson, Luis Casimiro puso todo el músculo posible en juego y la defensa de su equipo, buena en la primera mitad, era ya excelente. A los locales les costaba mucho encontrar tiros cómodos y el Unicaja volvió a tomar el mando, liderado por un Thompson incontrolable. Pasados los minutos, la marcha al banquillo del pívot estadounidense descompuso el ataque del equipo malagueño, que llegó al último cuarto con cinco puntos de ventaja, pero sin el dominio que cabía esperar. Con muchos suplentes en cancha, el Unicaja perdió enseguida su ventaja. A pesar de la temeraria igualdad, Luis Casimiro dio oportunidad a sus hombres de banquillo de recomponer la situación, aunque en la recta final del partido, entraron los jugadores principales, incluidos los tres bases juntos, para asegurar la victoria.