Tomar decisiones, pero sin improvisar

Pero claro, es que ahora ni siquiera hay una cabeza visible en el Unicaja que pueda salir a hacer autocrítica. Llevamos ya meses sin presidente y con un director deportivo como Manolo Rubia ejerciendo de manera interina, antes de jubilarse y casi como último servicio al club en el que lleva toda una vida. Braulio Medel, presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, ha tomado el mando de las operaciones, en un movimiento que no deja de ser sorprendente. Entendemos que es entonces el veterano empresario el que ha dado vía libre a la renovación y ampliación del contrato de Katsikaris, pese a que no se han cumplido los objetivos mínimos. Pero claro, uno tiene la sensación de que esta estructura actual no deja de ser provisional, una especie de huida hacia adelante mientras se ficha a un nuevo director general o deportivo y se nombra a un presidente. Hay que tomar decisiones de calado, como la continuidad de los canteranos Francis Alonso o Rubén Guerrero el futuro europeo del club (¿Eurocup o FIBA Champions League?) o la redimensión del equipo acorde al nuevo presupuesto. Determinaciones algunas estratégicas cara al futuro del club y que no pueden ser fruto de la imprevisión. Tampoco se pueden tomar bajo criterios personalistas o porque a corto plazo le vengan bien al entrenador de turno.

Además, sería bueno que se explicara bien quién tomará estas decisiones a todos esos aficionados que tratan de seguir la actualidad de su equipo, sin poder ir al pabellón y con dificultades para poder verlo por la tele (¿algún día la ACB creará un abono para ver sus partidos por 'streaming', como tiene la NBA). Porque la pandemia se acabará y entonces habrá que pedirles que arrimen el hombro y se abonen y este año no será fácil.