«No soy un tirador, me considero un anotador»

El Unicaja que en dos semanas competirá en la Fase Final de la Liga en Valencia es toda una incógnita. La transformación que sufrió el equipo justo antes del parón cambió por completo su fisionomía. Quizá el fichaje más sonado fue el de Axel Bouteille (Roanne, Francia, 1995). El alero francés era una de las sensaciones de la temporada en el Bilbao Basket y la operación del Unicaja pilló con el paso cambiado a muchos clubes que ya se posicionaban para ficharlo. Dos partidos jugó Bouteille antes de que el coronavirus detuviese el mundo. Ahora, el baloncesto vuelve para él y serán muchos los que estarán pendientes de su rendimiento para ver si puede liderar al Unicaja.

–Seguro que no olvidará el 2020 en toda su vida. Empezó en Bilbao siendo el líder del equipo, jugó la Copa, lo fichó el Unicaja y luego se ha pasado dos meses encerrado en su casa por culpa del coronavirus. Menuda montaña rusa..

–Ha sido un poco una locura. Muchos cambios seguidos. Estaba siendo una gran temporada con el Bilbao, pero me surgió la opción del Unicaja y me vine para Málaga. Sólo entrené un par de veces y jugué dos partidos antes de que todo se parase. Me he quedado estos meses en mi casa. Ha sido duro, pero he podido hacer algo de ejercicio, en parte porque nos trajeron una bicicleta estática. He tratado de mantenerme en forma, pero no ha sido fácil porque no es lo mismo que entrenar cada día en una cancha.

–¿Qué ha sido lo más duro del confinamiento, la parte mental o la física?

–Sin duda, la parte mental. El haber tenido que estar en casa sin poder salir es como perder la libertad. Es algo que hemos sufrido todos... He tratado de mantener mi cabeza ocupada porque creo que era importante estar lo más activo posible. Ahora todo eso queda atrás y poco a poco comenzamos a recuperar la normalidad.

–Usted ha pasado la cuarentena en Málaga con su novia, mientras su familia estaba en Francia. ¿Qué le contaban desde allí?

–Mis padres también estaban confinados, pero ellos podían salir a la calle una hora al día. No es mucho tiempo, pero al menos tenían esa flexibilidad. ¡Una hora nos parecía un mundo durante esos días! Por suerte, todos están bien.

–Por cierto, su padre fue jugador y su hermano, también, así que el baloncesto va en el ADN de los Bouteille...

–Sí, mi padre fue profesional durante 20 años en Francia y ahora mi hermano Theo está a punto de convertirse en profesional. Está jugando en la Segunda Divisón francesa. Tiene 22 años y la verdad es que creo que lo hará muy bien.

–Ha crecido viendo baloncesto y viendo a su padre. ¿Algún jugador que le haya influenciado?

–No soy muy de ídolos. Como decía, he crecido viendo jugar a mi padre, así que me ha influenciado en mi juego. Como cualquier niño, mi padre ha sido mi ídolo. En la NBA sí que me gustaba Paul Pierce, es el tipo de jugador que me gusta.

–Usted prolonga la tradición de grandes jugadores franceses en el Unicaja: Gomis, Jackson, Lessort, Pietrus, Risacher, Sonko, Toupane, Weis... Casi es una selección francesa.

–Muchos buenos jugadores, sería un equipazo. No sólo conocía al Unicaja por su trayectoria, sino también porque aquí jugaron muchos franceses y, cómo es lógico, en Francia se hablaba de Málaga por ellos. He jugado con Jackson, también con Pietrus, que sigue en activo, Gomis, y, por supuesto Toupane.

–Fue el mejor triplista de la Liga francesa y estaba entre los mejores en España. ¿Se considera un tirador, un especialista del triple?

–Efectivamente, los números están ahí y demuestran que puedo tirar, pero no me considero un tirador. Veo el triple como una forma de lograr puntos, pero realmente siento que soy un anotador. Trato de diversificar mi juego y abarcar otros aspectos del juego.

–Pero para tener porcentajes de más del 40% algo tendrá que hacer, o es innato...

–Hombre, durante el verano suelo trabajar bastante en mi juego, pero no me centro en el tiro. Me gusta ser ofensivo y por eso trato de mejorar en penetraciones, en el juego de espalda a la canasta, en el bote... Si eres más completo, puedes ser mejor jugador.

–Llega a Málaga en el mejor momento de su carrera. Su rendimiento en el Bilbao fue sorprendente. ¿Qué espera ahora en Málaga?

–Hice el mejor baloncesto de mi carrera en el Bilbao. Me dieron mucha confianza y eso me hizo sentirme con libertad. Los resultados acompañaron porque la verdad es que no esperábamos ir quintos en la Liga o ganar a los equipos de la Euroliga. Espero mantener esa dirección en el Unicaja, tenemos un buen equipo.

–Jugó dos partidos y luego llegó el confinamiento. En ese tiempo, qué le dijo Luis Casimiro, qué quiere que aporte al equipo.

–Ya me conocía y me dijo que hiciese mi juego. El equipo juega distinto al Bilbao, pero creo que en los dos partidos que disputé cada vez me encontré mejor. Contra el Madrid casi ganamos y en Badalona hicimos un gran partido. Espero mantener esa línea.

–Ahora le llega la oportunidad de demostrarlo en la Fase Final. ¿Era partidario de retomar la competición después de todo lo que ha pasado?

–Bueno, estamos entrenando. Creo que todos queremos jugar. Era una decisión difícil, porque realmente es que casi no hemos hecho nada en estos dos meses. Mentalmente estar dos o tres meses encerrado en casa no es la mejor manera de preparar una competición. Será difícil, pero vamos jugar y vamos a tratar de llegar lo más lejos posible. Una vez que estás en la pista ya te olvidas de todo.

–Les han hecho muchos controles, al igual que a los jugadores de otros equipo, pero ¿tiene miedo a un posible contagio?

–No, no tengo miedo a un posible contagio. Nos hacen controles cada cierto tiempo y en Valencia iremos directos del hotel a la cancha. Jugar cada dos días después de tanto tiempo parados nos deja ante una situación nueva. Tendremos que adaptarnos.

–¿Qué se puede esperar del Unicaja en Valencia, porque el grupo es muy difícil?

–Tenemos un buen equipo y cada día estamos trabajando mejor. Creo que vamos a tener claro que debemos centrarnos en nosotros sin mirar al resto de rivales. Es un torneo corto y es clave llegar bien preparados y con el mejor ritmo posible.