La elevada exigencia para el Unicaja del duelo de este domingo (12.30 horas) ante el Real Madrid viene dada no sólo por la profundidad ... de banquillo de los blancos, sino por la intimidación que ejerce Edy Tavares. Su presencia examinará también defensivamente las prestaciones del cuadro malagueño, que esta campaña se ha quedado sin jugadores 'siete pies' (el equivalente a 2,13 metros). El tope de la plantilla está en los 2,09 de Lima, seguido por los 2,08 de Kravish y los 2,06 de Osetkowski.
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Si la ausencia de un 'cinco' dominante es la principal crítica hecha sobre la confección de la plantilla malagueña, el duelo ante los blancos y la presencia de Tavares en la cancha es examen más complicado posible. ¿Cómo responderá el Unicaja? De momento, no se ha visto la mejor versión de Lima, marcado por su presencia entre agosto y septiembre en la FIBA AmeriCup, sin poder casi entrenarse, y el veterano Will Thomas, de quien por su experiencia y fiabilidad se confía en que vaya a más.
La intimidación que ejerce Tavares ya no es una mera cuestión de altura, sino también de envergadura (en torno a 2,40 metros) y de velocidad en la ejecución de movimientos. El jueves, sin ir más lejos, fue el MVP del partido en el estreno en la Euroliga de su equipo en la pista del Panathinaikos (68-71), con 14 puntos, seis rebotes, una asistencia, una recuperación y cuatro tapones, para 22 puntos de valoración. Un día más en la oficina, seguramente para el gigante madridista.
Tavares promedia 8 puntos, 5 rebotes, 2,5 tapones y 15 de valoración. Esas son las cifras tangibles, pero hay otras. Lo principal es la intimidación del caboverdiano cuando extiende sus brazos reduce la cuota de acierto en el tiro de dos de sus rivales, especialmente a menos de cinco metros de la canasta. Por no hablar del 'rating' defensivo del Real Madrid con él o sin él en la pista (promedia 22 minutos en la Liga, 30 en la Euroliga).
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Tavares no sabía a los 17 años que iba a ser jugador de baloncesto profesional. No había practicado este deporte, y le gustaba más el fútbol y el balonmano, con más tradición en Cabo Verde, pero fue recomendado por un comerciante alemán a un técnico de cantera del Gran Canaria, Raúl Rodríguez, y ahí comenzó todo.
Su nombre real es Walter Samuel Tavares da Veiga, por influencia de su abuela que siempre quiso que se llamara así, en vez de Walter, que fue el nombre elegido por su madre. Tras hacerse como jugador en el Gran canaria probó sin éxito la experiencia en la NBA (fue el 43º del Draft) y fue elegido por los Hawks y luego lo intentó en los Cavaliers. Pronto volvió a Europa. En su etapa de jugador blanco ha conseguido ya numerosos títulos, como la Euroliga de 2018, la tres Ligas ACB, la Copa del Rey y cinco Supercopas.
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