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Partido del Unicaja cocinado una vez más a fuego lento, que ha ido desplegando poco a poco todo todo su arsenal, añadiendo hombres e ingredientes al juego para doblegar a un rival que en ningún momento se ha dado por vencido, imponiéndose desde la defensa, ... desde su poderío físico y profundidad de banquillo y dando puntual respuestas a los golpes y virtudes del Zunder Palencia, en todo momento espoleado por una afición entregada.
El Palencia comenzó el partido muy motivado, imprimiendo a su juego gran intensidad y agresividad, alternado sus defensas, colapsando los espacios interiores e intentando igualar el ritmo y el nivel físico del Unicaja como único antídoto posible a la teórica y real superioridad del juego del equipo malagueño. Esto le permitió dominar el marcador en los primeros compases del cuarto hasta que en el Unicaja ha aparecido el acierto de sus tiradores y el impacto en la cancha de Ejim, pletórico en defensa, capaz de anotar en contraataque y acertando en sus tiros.
El equipo palentino comenzaba el segundo cuarto con una zona mixta contra Taylor, intentando hacer pensar más al Unicaja y romper su ritmo de juego, pero los visitantes seguían a lo suyo, defendiendo cada vez mejor, corriendo en cuanto se podía, con Kalinoski afinando su puntería y Perry imprimiendo cada vez mayor intensidad al juego y culminando el periodo con canasta, falta y tiro libre adicional, impidiendo al Zunder Palencia pasar así de 10 puntos anotados en este cuarto.
El Unicaja iba de menos a más, atacando con paciencia las diferentes defensas rivales, encontrando siempre un tiro liberado y manteniendo su nivel defensivo, encontrando en Alberto Díaz su estilete anotador, inspiradisimo toda la noche desde la línea de tres puntos, que catapultó a su equipo en el tercer cuarto hasta los 30 puntos, que acababa como en el cuarto anterior con triple de Taylor gracias a la asistencia de un poderoso Perry.
El último cuarto solo sirvió para que el Zunder Palencia pudiera maquillar el marcador y mostrara dignidad y orgullo ante los suyos frente a un Unicaja que había levantado su pie del acelerador y al que le bastó que Alberto Díaz desatascara el ataque de su equipo con nuevos triples. El Unicaja suma y sigue ganando como los grandes equipos, es decir, sin la necesidad de hacer un partido brillante.
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