El Carlos Suárez fuera de la pista es igual que el de los partidos. Parece gruñón, siempre está regañando, pero al final lo da todo. Por eso no le importó tumbarse en el suelo y hacerse el dormido para la fotografía que ilustra este ... reportaje. El madrileño (Aranjuez, 1986) protagoniza una de las imágenes icónicas de la historia del Unicaja, la de aquella noche en Valencia alzando el trofeo de la Eurocup. Ahora quiere renovarla, a ser posible con una con la Copa del Rey. La ocasión parece perfecta en el torneo que arranca mañana en Málaga. Con 33 años y mil batallas, no hay que explicarle la complejidad de conseguir algo así, pero confía en su equipo...
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-Siempre que se habla de la Copa del Rey se dice que es imprevisible, pero la realidad es que ha habido pocas sorpresas en los últimos años. ¿Acabará la maldición del anfitrión?
–Lo de jugar en casa es relativo, porque ya se sabe que hay otras siete aficiones en un mismo pabellón. Todo lo que rodea la Copa y el entorno que se genera, suele distraer a los jugadores. Tenemos gente nueva y no podemos permitir que eso pase. A los que juegan esta competición por primera vez en nuestro equipo ya les hemos dicho que es un torneo distinto y especial, y eso es lo que tenemos que hacer, mantenernos al margen de esa ilusión y de esas expectativas. La gente tiene ilusión porque jugamos en casa, pero eso no nos va a dar más posibilidades del título, así es histórica y estadísticamente.
–Es decir, que en estos días los españoles del Unicaja están haciendo un trabajo psicológico con los novatos y los extranjeros.
–Estamos hablando mucho con ellos, dejándoles claro cómo es el torneo y que es el torneo más atractivo que hay en España, más incluso que la Liga, por el impacto que tiene en los medios de comunicación, en las redes sociales... Para el público y los aficionados es la fiesta del baloncesto y así los tenemos que ver. A los ‘americanos’ les podemos decir muchas cosas, pero cada uno tiene su mentalización. Si te digo la verdad, a veces es casi mejor tomárselo como un partido normal...
–El Unicaja siempre llega con altas expectativas, pero sólo ha ganado un partido desde la edición de 2009...
–No debemos ir con esa mentalidad de que nunca nos clasificamos y esa mierda... Tenemos que pensar en nosotros y no en el pasado, en los que estamos. En el equipo hay gente nueva y no les tiene que afectar eso. Sólo hay que centrarse en hacer un buen partido ante el Casademont Zaragoza.
–De los participantes en la Copa, sólo el Valencia, en una plantilla de catorce jugadores, tiene cinco nacionales como el Unicaja. ¿Sienten en el vestuario la importancia que ha adquirido el grupo de españoles en el juego del equipo?
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–Lo he dicho en muchas ocasiones, ahora es muy fácil elogiarlo porque tenemos confianza y hay una buena dinámica y da la casualidad de que somos los españoles los que destacamos, pero en este equipo ha habido otros jugadores que han hecho o están haciendo un buen trabajo, gente como Adams, Thompson, tuvimos partidos buenos de Elegar y Gerun... Tener una buena base de nacionales, ayuda. Los nacionales siempre ayudan en los momentos difíciles a salir adelante.
–En esos nacionales le pregunto por Rubén Guerrero, quizá el último que ha despuntado, como antes lo hicieron usted, Díaz, Fernández o Brizuela. ¿Le ha sorprendido su rendimiento?
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–Físicamente sí que me impactó el año pasado, aunque todavía le faltaba la experiencia que le iban a dar los entrenamientos y los partidos. A la hora de la verdad, cuando te surge la oportunidad, como en su día le ocurrió a Alberto, tienes que aprovecharla. Él lo está haciendo. Se nota que ha mejorado en ataque y en conocimiento del juego. Como consecuencia de esto, cuando ha habido problemas de lesiones, él estaba preparado para demostrarlo.
–El Unicaja llega en buena dinámica y el Zaragoza, su rival, que parecía que bajaría el pistón, sigue ahí apretando...
–El año pasado ya hicieron una grandísima temporada eliminando al Baskonia para estar en semifinales. A mí el Zaragoza me parece un equipo muy grande. Gente con altura en todas las posiciones. Aleros grandes, ‘cuatros’ móviles y que tiran bien, jóvenes con descaro y talento... Es un equipo duro y tenemos que hacer las cosas bien si queremos ganarles. Destacaría su capacidad para el rebote ofensivo, en el partido que jugamos aquí nos hicieron mucho daño.
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–Por no hablar de la racha negativa que tienen ante el Zaragoza en los últimos años. Alguna vez les saldrá cruz a ellos...
–Esperemos que les salga cruz. Tengo esa mancha de la Copa desde que juego en el Unicaja...
–Su imagen levantando el trofeo de la Eurocup es histórica, pero estaría bien renovarla...
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–No estaría mal acabar mi carrera con algo más que con la Eurocup. Sueño con conquistar otro título en Málaga, igual es la Copa... ¡Ojala!
–La Copa marca un antes y un después en la temporada. ¿Qué balance hace de la trayectoria del equipo hasta el momento?
–Nos habría gustado clasificarnos por méritos deportivos, está claro y no lo vamos a negar. En el resto de frentes, hemos cumplido el objetivo de confirmar el primer puesto en la Eurocup, y creo que en la Liga estamos mejor. Está siendo una liga tremendamente igualada. Lo vemos cada fin de semana. Tenemos que ir a por todas. Nos quedan tres o cuatro meses; lo más bonito.
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–Ha hablado del futuro y del pasado. ¿Qué va a pasar con Carlos Suárez en Málaga?
–Tengo un año más, pero quiero centrarme en lo mío. Ya he pasado por muchas situaciones así. Tengo claro que quiero ganar algo más con el Unicaja, tengo 33 para 34 y está claro que todo se acaba, pero me siento bien y con ganas para seguir peleando.
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