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Mekel, Adams, Casimiro, Elegar, Simonovic, Fernández, Milosavljevic y Gerun están pasando solos el confinamiento al estar en Málaga sin sus familias y parejas. SUR/UNICAJA
La soledad de la plantilla del Unicaja

La soledad de la plantilla del Unicaja

La instauración del decreto de alarma de un día para otro impidió a más de la mitad de los jugadores reunirse en Málaga con sus familias y están solos

Martes, 31 de marzo 2020, 01:33

Cada uno lleva el confinamiento por la crisis del coronavirus lo mejor que puede, pero seguro que en compañía de la familia se hace más llevadero que hacerlo solo. Es algo de lo que no pueden disfrutar más de la mitad de los jugadores del Unicaja, que están afrontando el encierro en soledad. Siete jugadores y del equipo cajista, además de Luis Casimiro, no tienen más compañía que las redes sociales y el teléfono móvil para comunicarse con alguien conocido. Jaime Fernández, Gal Mekel, Simonovic, Adams, Elegar, Milosavljevic y Gerun están solos en sus casas por diferentes motivos, además de, en casi todos los casos, lejos de sus países. Esta situación hace que sea más complicado el confinamiento. Al comienzo de la cuarentena hubo quien expresó su deseo de marcharse, como Adams, aunque ahora los ánimos se han tranquilizado porque comienzan a entender que lo más sensato y seguro para ellos y sus familiares es estar separados.

La incertidumbre sobre el regreso a la competición complica más el día a día de los profesionales a nivel psicológico. El club está pendiente de ellos, tanto los técnicos como, el director deportivo, Manolo Rubia, como el preparador físico, Diego Vázquez, que supervisa los entrenamientos programados. Esta semana se les hizo llegar una bicicleta estática a cada uno, para añadir un elemento más con el que trabajar durante la cuarentena. El Unicaja está a la expectativa y, de momento, no parece que vaya a dar luz verde para que los extranjeros abandonen la ciudad. Sería contraproducente pues se expondrían a un posible contagio y estarían obligados a hacer cuarentena en sus países de origen y luego, si se reanuda la competición, también para volver a España.

Algunos casos son complejos, como el de Dragan Milosavljevic. El serbio fue hace muy poco padre por segunda vez. Su mujer y sus dos hijos se disponían a viajar a Málaga justo la semana antes de que fuese decretado el estado de alarma. La incertidumbre sobre la crisis del coronavirus hizo que los tres se quedasen finalmente en Belgrado. El alero tuvo permiso del club para realizar parte de la recuperación de su lesión de rodilla en Serbia, además de para esperar un tiempo prudencial para viajar a España con su bebé. Él llegó una semana antes de la Copa del Rey y ahora se ha quedado solo.

El caso opuesto es el de Frank Elegar. Su familia, mujer y dos hijas, ya tenía previsto pasar unas semanas en Estados Unidos y fijó el viaje para unos días antes de que el Unicaja retomase la competición en la Liga y la Eurocup. El pívot se ha quedado solo, aunque como con suelo le queda que vive en la misma urbanización que Brizuela, Simonovic y Adams, aunque no se pueden ver...

Simonovic es otro caso particular. Su fichaje se produjo semanas antes de la explosión de la crisis y su familia, mujer e hija, se iban a desplazar a Málaga, pero tuvieron que suspender el viaje. Mekel, el último en llegar al equipo, también fue padre en septiembre de 2019 y su mujer Danyelle y su hijo, que estaban en Reggio Emilia, tampoco pudieron desplazarse a Málaga a tiempo. Luego, con el empeoramiento de la crisis del coronavirus ya se desaconsejó cualquier desplazamiento. Por su parte, las novias de Adams y Gerun están en Estados Unidos así que ambos están acostumbrados a estar solos durante buena parte de la temporada, aunque no a un nivel tan extremo como ahora.

Del mismo modo, Jaime Fernández y el propio Luis Casimiro también están solos. Ambos viven en la misma zona, el paseo marítimo Antonio Banderas. El técnico suele recibir periódicamente la visita de su hija, pero este curso se encuentra estudiando fuera de España. Casimiro explicaba días atrás que llevaba el confinamiento bastante bien. «Me lo tomo con tranquilidad y mentalizado porque desde el primer día se veía que esto era para más tiempo de esos 15 días establecidos al principio. Yo no me aburro, van pasando los días hasta hoy y estoy entretenido», dijo.

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