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Con el Unicaja recién llegado a Singapur y tratando de adaptarse a las seis horas de diferencia respecto a España, habrá quien piense que la aventura asiática es la más peculiar y exótica del baloncesto malagueño. Sin embargo, antes que el club cajista, otros equipos emprendieron viajes transoceánicos que los llevaron incluso a destinos muy lejanos . Este es un repaso por los viajes más pintorescos del baloncesto malagueño.
El pionero en este tipo de aventuras fue el ya desaparecido Mayoral Maristas. El equipo del colegido, impulsado por la imaginación de Jacinto Castillo, su director deportivo por aquellos años, realizó dos giras de un mes de duración por Estados Unidos en 1990 y 1991.
El objetivo de aquellas peculiares excursiones veraniegas era empaparse del baloncesto estadounidense, mejorar el nivel y, lo más llamativo, probar jugadores americanos que luego se podían fichar. Así que durante dos veranos, el Mayoral se cruzó Estados Unidos de punta a punta, tal y como recuerda Pedro Ramírez, que junto a Javier Imbroda, Juanma Rodríguez y Jacinto Castillo comandaban la expedición colegial. «Participábamos en la World Basketball League, que era una liga comercial en la que éramos el equipo invitado. Éramos el equipo 'Spain'. El único requisito que había en esa liga era que no podían competir jugadores estadounidenses de más de 1,95, así que aprovechábamos para probar jugadores cara a las siguientes temporadas», recuerda para SUR Pedro Ramírez.
El Mayoral se cruzó Estados Unidos, algunos de esos viajes de muchas horas eran en autobús, como uno de ellos a Calgary, en Canadá. «Salíamos y llegábamos desde Nueva York, estuvimos en Las Vegas, Memphis, Boston y visitamos La Florida. Conocimos la América profunda, pero muy profunda...», bromea Ramírez. Nacho Rodríguez, Toñín Llorente, Achi Castillo, Miguel Luna y Antonio Álamo fueron algunos de los jugadores que disfrutaron de la experiencia gestada por Jacinto Castillo.
Bastantes años después de aquello, otro equipo malagueño, en este caso el también desaparecido Clínicas Rincón, visitó China dos veranos seguidos para disputar una serie de torneos. En una de las ocasiones estuvo entrenado por Paco Alonso, que tiene un grato recuerdo de la experiencia. «Fue fantástico porque teníamos un grupo de jugadores jóvenes que disfrutaron mucho de aquello. Jugamos varios torneos y fuimos los mejores, sólo perdimos dos partidos de nueve».
El Clínicas tenía jugadores como Alberto Díaz, Kuzmic, Pepe Pozas, Miki Servera, Jornan Zamora, Maodo Nguirane, Miguel Lorenzo, Iván Martínez, Malick Fall, Abrines y Luis Conde, entre otros. Como es lógico, aquellos viajes por China mezclaron baloncesto y turismo, y dieron para muchas anécdotas. «Uno de los torneos fue cerca de Mongolia y allí nos alojaron en el hotel más espectacular que he visto en mi vida. Era una locura. Tenía una cancha de baloncesto cubierta dentro, para 2.500 personas, piscina cubierta... En la cena de bienvenida nos metieron en una carpa de esas típicas de los mongoles. Había una mesa redonda en la que los platos iban rotando. Al extranjero le ponían el plato más exquisito: una cabeza de cordero al horno completa; es decir, con los ojos y todo. Por supuesto, no nos la comimos...», recuerda entre risas el exentrenador del Unicaja.
Un año antes, el Clínicas estuvo en China comandado por Paco Aurioles, ahora asistente de Ibon Navarro en el Unicaja, y que años después de aquello tuvo una experiencia en el país asiático como segundo de Chus Mateo. Aurioles también recuerda aquel viaje con cariño y contó a SUR otra curiosa anécdota. «Acabábamos de fichar a Abrines y se estrenó allí. Lo presentaron como un chaval y hizo unos partidazos que no veas. Los chinos se quedaron alucinando. ¡El primer partido lo jugamos en una pista al aire libre! La humedad era terrible y los jugadores se resbalaban. Lo peor era los mosquitos, que eran como leones de grande», comentaba a SUR días atrás.
Y el precedente más cercano de un viaje transoceánico fue el verano pasado. En este caso tuvo como protagonista al conjunto de veteranos del Unicaja, que en Argentina se proclamó campeón del mundo FIMBA, por cierto, entrenado también por Pedro Ramírez. Curiosamente, en términos de distancia, Singapur, donde ahora está el Unicaja es el destino más lejano: 11.523 kilómetros.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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