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El Unicaja está ante la reactivación o la parálisis de la confección del equipo de la próxima temporada. Los responsables de la construcción de ... la plantilla, el director deportivo, Manolo Rubia, y el técnico, Fotis Katsikaris, están a la espera de que la propietaria del club, la Fundación Bancaria, dé la luz verde para ir a por algunos de los jugadores que están marcados para reforzar el puesto de base.
En las últimas dos semanas, casi desde que se hizo oficial la contratación de Jonathan Barreiro, no se ha acometido ningún movimiento importante. El Unicaja ha recibido múltiples ofrecimientos, tal y como reconocen las distintas agencias de representación que vienen teniendo contacto con el club, pero no hay ninguna oferta lanzada. Como ya se explicó días atrás, la entidad vive una especie de parálisis debido al trasvase de poderes que se está produciendo entre la directiva actual y la entrante. El italiano Marco Spissu parece ser el mejor colocado, pero sus representantes indicaron a SUR que llevan semanas esperando que el club cajista convierta el interés en una oferta formal.
Katsikaris es el único que va a continuar, pues renovó por dos campañas al final de la temporada, por lo que ya sea el actual director deportivo o el que llegará, Juanma Rodríguez, lo tendrán como interlocutor. Será el único nexo entre las ideas actuales y las que pueden llegar. El técnico es partidario de incorporar a un director de juego. Ya cuando aterrizó en Málaga a finales de febrero pidió la contratación de uno, pero entonces parecía que Gal Mekel se recuperaba y podría reforzar al equipo tras su problema con el coronavirus. El griego esperó al veterano director de juego, que sin embargo volvió a lesionarse y casi no volvió a jugar.
Ahora quiere que se añada esa pieza que considera que le falta al equipo. Se entiende que será de un perfil parecido al de Mekel, buen pasador, que sea capaz de controlar al grupo y que surta de balones a tiradores y pívots. Spissu tiene esas cualidades. Es cierto que siempre se apuntó que era necesario un jugador de más capacidad física y que diese consistencia a la línea exterior, quizá ese hombre llegue en otra posición. Pero la dinámica lenta en la incorporación de jugadores hace que esta opción no sea una prioridad a día de hoy. Tras el base, el Unicaja buscará en el mercado a un pívot que complete el juego interior junto a Nzosa, Suárez, Abromaitis y Rubén Guerrero. La idea es que el equipo esté al completo para la segunda semana de agosto, que es cuando comenzará la pretemporada. Con once jugadores ya con contrato, el Unicaja tiene una gran base, pero debe evitar cometer el mismo error que el verano pasado, cuando pensó que esta continuidad de jugadores era una garantía y se movió poco y mal en el mercado. Aquello desembocó en evidentes carencias que han estado detrás de buena parte de los males del equipo durante la pasada temporada. Debe tratar de evitar estos errores.
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