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Lo ha ganado casi todo en el baloncesto europeo y esta temporada ha sido campeón de la NBA, pero este viernes comentaba que lo que realmente le había emocionado era asistir por la mañana a la graduación de su hijo Alessandro en Marbella -el próximo ... curso el canterano del Unicaja se marcha a Estados Unidos para iniciar sus estudios universitarios-. Sergio Scariolo lleva a gala ser italiano, pero echó raíces en la Costa del Sol tras su etapa en el Unicaja. Ayer recibió un homenaje en la capital impulsado por la Consejería de Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, con la colaboración de la la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga y el lema que presidía el acto era: «Un andaluz nacido en Brescia».
Acompañado del consejero Javier Imbroda y rodeado de gente del baloncesto y de su mujer, Blanca Ares, Scariolo relató ayer en el Instituto Andaluz del Deporte su experiencia como campeón de la NBA como parte del cuerpo técnico de los Toronto Raptors. Allí había mucha gente de 'su' Unicaja (Berni, Mario Bárbara, Sánchez-Cañete, Javi Salvo, Manolo Rubia, los doctores Nogales y Montañés, Paco Alonso...) y también un amplio grupo de representantes públicos: el secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía, José María Arrabal, las directoras Isabel Sánchez y María de Nova o la concejal del Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada, entre otros. Scariolo e Imbroda se sometieron a las preguntas de los periodistas Cristina Mena, Laura Pérez Torres y Enrique Sierra, así como del público y el técnico mostró su visión más personal de esta temporada en Estados Unidos.
«Aquí estaba en una situación ideal, pero tenía la sensación de que tenía que salir de la jaula de oro y ponerme a prueba», explicó sobre su marcha a la NBA. Un camino con un final feliz y único, pero que al principio no fue fácil: «He vivido un año como una etapa del Tour con subida al Tourmalet o al Alpe d'Huez y luego con bajada. Con un inicio tremendo, muy difícil, de pasarlo realmente mal. De pensar que no estaba capacitado para hacer mi trabajo, por mi ignorancia en temas de tecnología o en el idioma, que se supone que sabía pero allí utilizan una terminología de baloncesto totalmente distinta». Scariolo aprendió que su larga experiencia en Europa no contaba nada en la NBA. «Tienes que remangarte, aceptar un rol nuevo, desde empezar pasando los balones a los jugadores a montar un vídeo. ¡Cuánto te he echado de menos, Ángel!», dijo en referencia a Sánchez-Cañete, su ayudante en la selección que siempre se ha encargado de los vídeos.
A partir de las fiestas navideñas, algo cambió en su situación en los Raptors. Scariolo empezó a sentirse útil, los jugadores empezaron a confiar en él y en sus consejos, Nick Nurse, el entrenador principal, le dio más protagonismo y todo cambió. «Todo terminó siendo algo extraordinario, con la sensación de vivir algo lejos de lo que podía llegar a imaginarme», aseguró. Habló de cómo implantó distintos sistemas defensivos, como la 'caja y uno' que utilizaba en el Unicaja con frecuencia cuando Berni tenía que defender a Navarro. «Luego en ataque, había situaciones en la que más o menos se decía 'dadle la pelota a Kawhi y los demás quitaos de en medio'», bromeó.
Habló el seleccionador nacional de cómo vivió las celebraciones del histórico triunfo de los Raptors y admitió que vivió algo parecido a su primer título en Málaga, la Copa del Rey de 2005. «Me acordé mucho de las celebraciones en Málaga en la Copa, con el bus descubierto con tanta gente, tanta pasión, tanto entusiasmo en la calle. La diferencia era que en las calles de Toronto había casi tres millones de personas. Pero las sensaciones fueron muy parecidas, además mucha gente de la comunidad latina de Toronto se dirigía a mí en español o italiano, eso fue algo especial». Dice que todo el mundo le pregunta por el anillo de campeón, que todavía no tiene, ya que se entregan en el primer partido de la próxima temporada, y habló de la NBA como «un circo».
«Hay mucho respeto hacia el entrenador, porque todo el circo está montado para sacar la máxima rentabilidad. Los jugadores se dan cuenta de que les puedes ayudar a ser mejor. Claro a Siakam o a Anunoby le puedes decir diez cosas a la semana, y a Kawhi le dices dos. Pero cuando se da cuenta que le ayudas es él el que te busca porque quiere ser el mejor y en vez de ganar 25 millones al año, quizás pueda ganar 40. Todo está en función de que cualquiera pueda ayudar a ganar más dinero a la franquicia». También relató cómo vivió el famoso tiro de Kawhi en el último segundo que supuso la eliminación de los Sixers. «Todo el mundo me habla de esa foto en la que salgo pensativo, un amigo me la ha enmarcado. Esa castaña que se tira y veo que sale con una parábola de un grado... Yo estaba pensando en cómo enfocar la prórroga. Dije 'este tiro no puede entrar', vi el primer bote, luego el segundo, ahí empecé a pensar igual entra… Pero mi reacción fue la de pensar en la prórroga«.
Explicó también que su opinión se tuvo muy en cuenta a la hora de que los Raptors ficharan a Marc Gasol y que él se encargó un poco de gestionar su adaptación al equipo y la manera de que se complementara con Ibaka. «Cuando fichamos a Marc, Ibaka era titular hasta ese momento y Marc era un referente en Memphis. Uno tenía que salir del banquillo y el otro pasarse cinco minutos sin tener opción de tiro. El entrenador me dijo 'búscate la vida, has dicho que había que ficharle, pues ahora lo gestionas tú'», recuerda. «En esa circunstancia me tuve que mojar bastante. Ellos se aceptaron muy bien y se ayudaron mutuamente y yo me sentía con la responsabilidad de llevar eso. Son dos jugadores con su personalidad, en selección tenía que tener una mano izquierda con ellos que no he tenido en Toronto. Tenía más libertad de decir 'vaya bodrio de tiro que has hecho'».
Llamó la atención su respuesta sobre su visión del Unicaja, una pregunta inevitable cada vez que pasa por Málaga: «Lo veo más como un aficionado que como un profesional y soy optimista. Por aquí han pasado y hay grandes profesionales, hay talento. Luego los jugadores van vienen, los resultados llegan o no, pero gustaría ver una identidad, una personalidad, que la gente pueda reconocer al Unicaja más allá de que se gane».
El acto se cerró con palabras de admiración y respeto mutuo entre Imbroda y Scariolo, dos figuras muy importantes dentro del baloncesto malagueño y con el regalo de un retrato del técnico italiano con el trofeo de la NBA. Además, la Junta de Andalucía nombrará a Scariolo Embajador del Deporte de Andalucía.
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