Scariolo: «Aplaudo que el Unicaja tenga ahora una identidad propia»

–Cambió una oportunidad casi única de estar en el All Star para volver a España con la selección. Personalmente no deja de sorprenderme su implicación con el proyecto deportivo de la selección.

–La verdad es que he intentado encajar horarios de forma lógica y sin riesgo que se comprometiera la presencia con la selección. Sabía de inicio que se podía producir un momento de incompatibilidad y se ha producido justo en una situación muy atractiva. Ya saltaré dos partidos de fase regular de la NBA a la vuelta de la selección, así que hay que ser serios y respetar la palabra, aunque a veces cueste. Hay que hacer lo que es justo, aunque no siempre te conviene a ti.

–La temporada pasada, con la novedad de las ventanas descubrieron un camino nuevo para ustedes y para muchos, con jugadores emergentes, jóvenes. Ahora todo parece más sencillo...

–Hay jugadores que han sabido sacar tajada de las ventanas. Son jugadores que han crecido en experiencia, en confianza y en su estatus para tener una oportunidad que han sabido aprovechar. Ese gran trabajo que se hizo hace dos temporadas efectivamente hace que tengamos un grupo con más experiencia a nivel internacional respecto a dos años atrás cuando empezamos con esta experiencia de las ventanas, pero también es cierto que también queremos involucrar a jugadores jóvenes que salen de nuestras categorías de formación e incluso, como en el caso de Carlos Alocén, que están todavía en ellas.

–¿Ser los campeones del Mundo implica una responsabilidad extra? ¿Me gustaría que nos contase cómo le recibieron en la NBA y en Toronto? ¿Siente más respetado tras ese título?

–Es una cosa maravillosa y una gran responsabilidad, porque siempre hay que dar una buena imagen, independientemente del resultado. Eso ya lo veremos en los Juegos. El equipo de las ventanas es totalmente diferente. Tengo que decir que desde el primer día en la NBA me sentí muy respetado. Aquí la gente me conocía perfectamente y ese respeto del que hablas lo he sentido desde el primer momento. Como es lógico, esta temporada hay gente que conoces que te felicita, otros que no conoces de nada, también lo hacen, o que no creías que te conociesen... Todavía es sorpresivo que en febrero, con gente que no he visto desde el verano, me feliciten. En Toronto se ha vivido con orgullo, euforia y alegría. Mi forma de ver las cosas es no darle mucha importancia a esto, pero obviamente estoy agradecido.

–Es su segunda temporada en Toronto. Mi impresión personal es que el suyo es un viaje ya de ida, sin regreso a Europa. Usted es muy 'Mediterráneo'... ¿Podrá aguantar la distancia de España, de Italia...?

–No creo, al revés. Mi viaje a la NBA tendrá otro de regreso a Europa. Obviamente tendrá que producirse de acuerdo a unas circunstancias adecuadas, porque dejar esto ya es un problema, una complicación porque costaría. Hay consideraciones familiares que tienen su peso, pero sinceramente me veo entrenando en Europa antes o después. En este momento no vislumbro cuándo será. Efectivamente, la 'mediterraneidad', es algo importante, porque cuando has dedicado tu vida al baloncesto, a la familia y al trabajo, de vez en cuando te surge la pregunta. «¿Oye, y tú?» Pero, de momento, se trata de valorar las dos cosas y la motivación para no bajarse del tren de alta velocidad es muy grande... Estaré un día y medio en Málaga, pero seguro que será suficiente para oxigenar la sangre, ver amigos y ver varios partidos.

–¿Cómo vivió la tragedia de Kobe Bryant? Llama la atención cómo en EE.UU se tratan estos asuntos, el reconocimiento que se hace a la figura del deportista, a su legado.

–Ha sido una tragedia nacional, un luto nacional. El respeto que todo el mundo ha manifestado hacia Kobe y las víctimas y la forma en la que la ha tratado el tema. Cómo respondieron sus compañeros, amigos y rivales, los clubes... Es una lección para todo el mundo, pero creo que igual de significativo ha sido la repercusión que ha tenido esta desgracia.

–Cuatro jugadores del Unicaja en la selección; son muchos...

–Ya veremos si todos se quedan para jugar un partido o hacer parte de la familia de la selección. Es algo que iremos viendo durante la concentración.

–En el Unicaja ha encontrado un oasis con los nacionales. ¿Es el camino correcto para el club?

–El Unicaja creo entender que puede haber hecho algo que en cierto sentido, que fuera esta la apuesta u otra diferente, de lo que me di cuenta cuando todavía entrenaba allí. Mantener una competitividad con los sistemas tradicionales iba a ser muy vinculado a que se produjeran circunstancias extraordinarias, como venta de jugadores, gran acierto en todos los fichajes... Cuando hicimos Copa del Rey, Liga y Final Four todo esto encajó perfectamente. Pero la sensación que ya tuve entonces es que para mantener una realidad y una razón de ser, el equipo debía mantener e identificar una forma de ser. Puede ser un alma de nacionales, de chinos, de cualquier cosa, pero que pueda crear esos valores añadidos que permitan que el compromiso y esfuerzo de los jugadores vaya más allá de su contrato. No puedo decir si es correcto o no, obviamente me gusta como seleccionador. Poniéndome en el lugar del particular, del aficionado, y del profesional del Unicaja aplaudo que se haya marcado un camino. Luego habrá que ver cuáles serán los objetivos, los medios y dónde se quiere llegar, pero me gusta la idea de que ahora haya una política de tener una identidad propia como esta.

–En España y Europa, que importamos tantas cosas de los americanos, resulta que el modelo de la Copa va a ser copiado en la NBA...

–Aquí hay muchas probabilidades, quizá no para el año que viene. Está esta competición dentro de un paquete de propuestas que quizá no han gustado a los propietarios, pero esta sí que puede ser la más factible. Vamos a ver si en primavera el grupo de propietarios votan a favor. Me gusta la idea porque puede ser algo nuevo teniendo en cuenta que la NBA necesita dar siempre algo nuevo a la gran competencia de deporte que hay en Estados Unidos.

–Muchos dicen que es la Copa más igualada e imprevisible de los últimos años. ¿Ve margen para sorprender al Madrid y al Barcelona?

–El hecho de que el Madrid y el Barcelona estén en un lado del cuadro es una novedad que crea cierta el factor de un resultado imprevisible. Luego la Copa tiene esa indefinición para hacer pronósticos y creo que será una competición interesante y quizá este año, con un margen para la sorpresa.

–¿Y el Unicaja? Han pasado quince años desde aquel título de Zaragoza, y aquello parece ahora irrepetible, o así lo percibe el aficionado malagueño...

–Irrepetible nunca es nada en una competición de tres días. No lo es. Justo es la Copa en la competición en la que existe ese margen para que un equipo que quiera conseguir algo importante lo pueda conseguir de verdad. Repito, en su momento se dieron ciertas circunstancias de un gran nivel de acierto en diferentes cuestiones, encajó la química y las piezas que se eligieron funcionaron perfectamente todas. Eso no es fácil. Hubo un punto de mérito y de suerte.