El deportista rinconero más célebre, el tenista Alejandro Davidovich, compite con calcetines distintos en cada pie. Ahora su paisano Mario Saint-Supery le emula, pero con zapatillas de color diferente por extremidad. El Europeo sub-16 de Skopje (Macedonia del Norte) ha asistido al nacimiento internacional de una gran estrella, un talento malagueño para el deporte de la canasta de dimensión quizás desconocida en los últimos años.
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Con números estratosféricos Saint-Supery ha guiado a España a la final del torneo, que perdió anoche ante Lituania (77-68). No por casualidad fue designado MVP del torneo al término del mismo, en un hito que deja a las claras su proyección, con su físico aún a medio hacer (mide 1,93 sin zapatillas y sigue ganando masa muscular) y encarando una próxima temporada en la que será el jugador número trece de la primera plantilla del Unicaja, del que es su debutante más precoz de la historia (con 15 años, 11 meses y dos días) y el quinto de siempre en la Liga ACB.
Sus 31 puntos en la final de ayer igualan la mejor marca anotadora de un jugador en el torneo, registro también suyo ante Eslovenia, en el pase a las semifinales. El malagueño, que estuvo en pista todo el partido y sólo se perdió cuatro segundos, no fue el más valorado (21 puntos, por los 23 de Laurencikas y el azulgrana Jakucionis), lastrado por el cansancio en las acciones finales, en las que llegó sin fuerzas para culminar varias penetraciones marca de la casa.
Saint-Supery tiene un talento descomunal para generar juego de ataque, penetrando o doblando el pase. Su 'dribbling' y coordinación es espectacular, con un tacto muy seguro a la hora de colocar bandejas o soltar pequeñas bombas cerca de canasta. En este campeonato se le han visto varias acciones 'coast to coast' geniales, y sólo le ha fallado un tanto el tiro exterior, con un discreto 2/12 de anoche y, pese a su seguridad en los tiros libres, con porcentajes por encima del 80%, en la final se quedó en un discreto 3/7, pero a cambio sumó también ocho rebotes, cuatro recuperaciones y 20 puntos de valoración.
El 'combo' del Unicaja fue elegido, lógicamente, en el mejor quinteto del campeonato, aunque le faltó el broche del título colectivo. A España le pesó el primer tiempo lastrado por su nulo acierto exterior. Llegó al descanso con un inquietante 46-32, tras un 1/12 (al duodécimo intento, acertó el azulgrana Garmendia), desde el perímetro frente al 5/11 lituano. Pero el combinado entrenado por Ángel Jareño fue mucho más agresivo en la defensa después. Se situó varias veces a ocho en el tercer cuarto, y a tres en el último (61-58 y 70-67), pero ya con defensas de dos contra uno ante Saint-Supery, este llegó algo falto de fuerzas.
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España corona un verano de excepción en sus categorías inferiores, con el oro europeo sub-20 masculino y femenino, el sub-18 masculino, las platas mundiales sub-17 (en chicos y chicas) y las de las selecciones masculinas sub-18 y sub-16 en Europeos.
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