El resultado salvó la tarde

Katsikaris insistió en incluir a Jaime Fernández en su quinteto inicial y esta vez sí ejercía de base, pero a su equipo le costó mucho centrarse en el juego colectivo de ataque. Además, los hombres altos del conjunto madrileño se empleaban con más intensidad que ... los locales. La primera medida que tomó el técnico del Unicaja fue dar entrada a Nzosa. Aunque el cuadro malagueño fallaba demasiado, se mantenía gracias al rebote ofensivo. Cuando finalizó el primer cuarto, el Unicaja perdía con claridad tras fallar 13 de sus 19 tiros. En el segundo, el cuadro cajista apareció en cancha con tres hombres 'pequeños' y un evidente incremento de la actividad defensiva, aunque dentro de la zona le faltaba contundencia en los dos lados del campo. Aunque los locales, con menos hombres altos, dieron la impresión de cambiar el partido, lo cierto es que cuando volvieron los mejores hombres del rival, todo volvió a tener la apariencia de los primeros diez minutos. Los cuatro hombres altos sumaban sólo diez puntos y el equipo había fallado 13 de sus 16 triples. Tras la pausa, como otras veces, Katsikaris hizo coincidir en el perímetro a Cole, Brizuela y Bouteille y su ataque se disparó. Con más de 20 puntos en 5 minutos y un torrente de contragolpes, el Unicaja tomó el mando en el juego y en el marcador. El público entró de lleno en el partido. La temperatura había cambiado. Para más tranquilidad, el cuadro de Fuenlabrada no paraba de perder balones ante la mayor actividad de la defensa local.