

Secciones
Servicios
Destacamos
Francis Alonso (Málaga, 1996) es un hombre de extremos. De la más absoluta oscuridad de la temporada 2019-20, en la que casi nada le pudo salir peor, a la luz cegadora de un debut histórico en la primera plantilla del Unicaja, con un 8/8 en triples, por más que fuera un simple ensayo de pretemporada, pero en una serie de aciertos inédita en el equipo. «Lo más bonito de todo es la sensación de sentirse jugador y que haya sido en este equipo, defendiendo los colores de mi casa», dijo el malagueño tras estrenarse a los 24 años en el club de su ciudad en el 74-90 en Sevilla ante el Betis y tras 'clavar' cinco triples en el último cuarto.
«Este comienzo no lo voy a olvidar. Estoy con muchas ganas de seguir así. Después de un año tan duro y raro por muchas circunstancias, completar un partido y sentirme jugador es algo a valorar y apreciar«, manifestó el canterano, que tiene claro que la competición será otra cosa. »Al fin y al cabo es pretemporada. Han aparecido estas buenas sensaciones, pero para nada estoy satisfecho ya. Hay que seguir trabajado y ser constante, Esto es un maratón«, añadió.
Mentalidad no le falta al hijo del extécnico de cantera Paco Alonso. Formado en la NCAA, con la Universidad de Greensboro, con la que promedió más de 15 puntos en cuatro temporadas y más de un 40% en triples, cuando se entona es una ametralladora. Francis firmó el pasado verano su primer contrato de profesional, con el Unicaja, por tres temporadas, pero la primera se le esfumó sin casi nada de lo que poder presumir.
Cedido al Montakit Fuenlabrada para favorecer su adaptación a la ACB y a un baloncesto con matices distintos al de las universidades norteamericanas, Jota Cuspinera, que le tuvo en las categorías inferiores de la selección, apenas le dio minutos. Los percances físicos tampoco le ayudaron. «En el primer amistoso de pretemporada, cuando salí me choqué con uno de mis entrenadores y me hice una brecha en el ojo... En la Supercopa, cuando entré en el tercer cuarto, pisé a Campazzo y seguí, pero no debí hacerlo porque fue más grave», relata. Esas molestias se eternizaron. Fue algo mas que un esguince en su tobillo derecho. Había un edema óseo en la zona y llegó a pasar tres semanas en Málaga para que el Unicaja supervisara la fase final de su recuperación. Pero recuperada el alta, no terminó de entrar en las rotaciones. De hecho, no saltó a la cancha ante el Unicaja en el Fernando Martín, en un trance duro de digerir.
Desencantado de la etapa en Madrid, buscó salida con una nueva cesión, en el Oviedo de la LEB Oro. Un paso hacia atrás para impulsarse. En sólo tres partidos que le dio tiempo a jugar, sus estadísticas reflejaron su talento, en especial con esos 31 puntos, siete rebotes y cinco asistencias ante el Coruña, pero llegó la pandemia y frenó el chute de moral.
El 13 de mayo Alonso se entrenó por primera vez con la camiseta del primer equipo del Unicaja (el verano anterior estuvo con sesiones privadas de franquicias estadounidenses), que preparaba su vuelta a la competición en la 'burbuja' de Valencia, pero no mucho después, el 9 de junio, su nombre volvió al primer plano, con un inesperado positivo en un test PCR. Semanas atrás, el escolta se había sometido a otro que reveló que tenía anticuerpos; es decir, que había pasado la enfermedad, pero pruebas posteriores dieron negativo en todos los casos, hasta el nuevo desenlace, que le impidió estar luego en la expedición del equipo. Fue, incluso, el único caso registrado en los equipos de la ACB.
Alonso había vivido un calvario. Necesitaba una redención como la disfrutada el miércoles. A día de hoy es uno más en la plantilla cajista, no a un canterano dispuesto a hacer méritos, y las bajas por lesión en el primer tramo de la temporada de Jaime Fernández y Milosavljevic le favorecen para participar con normalidad en las rotaciones de Luis Casimiro.
Todos sus compañeros alaban su rápida aclimatación a los esquemas, como sucede con Abromaitis, e incluso él mismo valora el plus que supone haber mantenido casi todo el bloque del curso anterior: «Tácticamente se ha demostrado la ventaja de conocernos mucho entre nosotros y haber estado mucho tiempo juntos. Tenemos muchos conceptos aprendidos y nos podemos centrar más en los detalles», comentó tras su 'partidazo' en el pabellón de San Pablo. Nunca es tarde si la dicha es buena. Con 24 años, Alonso ya ha debutado con el equipo de su ciudad y promete tardes de mucho disfrute. Tiempo al tiempo.
🔝Un debut soñado
UnicajaCB (@unicajaCB) August 27, 2020
🔥🔥26 puntos sin fallo para @francisalonso10 🔥🔥
🎥 Así lo hizo el canterano🆚@RealBetisBasket
💚💜#YoSoyDelUnicaja #Unicaja2021 #ADNGuindos pic.twitter.com/iayGBf3Azg
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.