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Jaime Fernández es defendido por Dimitrijevic en el encuentro de Eurocup entre el Unicaja y el Joventut. EUROCUP. MARIANO POZO
Seamos realistas, por favor

Seamos realistas, por favor

La decisión de la Euroliga y la ACB de acabar sus competiciones no se corresponde con la realidad de una situación gravísima, y da como resultado un calendario imposible

Jueves, 26 de marzo 2020, 01:36

Seguramente después de dos semanas encerrados en sus casas lo último que quieren leer o escuchar es un mensaje negativo. Si es así, paren ahora mismo de leer y retomen las múltiples actividades que tenemos todos en nuestro fabuloso confinamiento en el que muchos hacemos de profesores, cocineros, cuidadores, psicólogos, amos de casa, y, por supuesto, de padres. Lo que les voy a contar no suena bien, pero creo que es lo más justo.

Ayer la Euroliga, los clubes que la componen, decidieron seguir adelante con la temporada en cuanto las condiciones sanitarias y de seguridad para los jugadores lo permitan por la crisis del coronavirus. Fue una patada hacia delante en toda regla en lugar de afrontar la realidad. Sin fechas ni plazos entre los más optimistas por la gravísima situación que vivimos, pensar en acabar la temporada es absurdo. También lo es en la Liga ACB, así que estamos ante una insensatez al cuadrado. Pero bueno, vamos a pensar un poco en positivo y a dar por hecho que en un mes salimos de esta, porque ese es el plazo, hasta finales de abril con un reguero de fallecidos y enfermos detrás. Nos plantamos en mayo y resulta que los equipos que disputan dos competiciones tienen que jugar un carrusel de partidos increíble. Por un lado once jornadas, en algunos casos doce partidos, en la Liga Endesa, a las que seguirán cuartos, semifinales y la final. Por el otro, la Euroliga, con cuatro equipos españoles en juego, con seis jornadas de fase regular, unos cuartos a cinco partidos y, para rematar, la Final Four de Colonia. En la Eurocup, tres eliminatorias al mejor de tres partidos... Es decir, que se quieren jugar casi cincuenta partidos de baloncesto en mes y medio siendo optimistas y estirando el chicle hasta mediados de junio...

Ahora viene la segunda parte. Vamos a seguir siendo optimistas (entiendan el tono, sarcástico por favor). Esos cincuenta partidos los tendrán que jugar unos profesionales que llevan un mes encerrados en sus casas haciendo ejercicios en la terraza y saltando a la comba... Porque, claro, la 'pretemporada', si la hay, no será de más de una semana. ¿Cómo creen que será el estado físico de estos jugadores, suponiendo que aguanten encerrados? ¿Estarán para jugar tres partidos por semana?

Y ahora viene la tercera parte. Aquí cada uno ha tirado por la calle de en medio en lugar de preguntarle al vecino por la salud. En la Liga ACB dicen que ellos juegan. La Euroliga, que hay que terminar la temporada y tal. Lo lógico habría sido que se echasen un teléfono y se pusiesen de acuerdo al más alto nivel, FIBA-Euroliga, si quieren. Pero como no se pueden ver, estamos ante otro conflicto, porque cuando llegue el momento cada uno anunciará su calendario y que se suba el que pueda que yo no paro el coche...

Entiendan que detrás de todas estas decisiones de unos y otros hay muchos intereses: televisión, patrocinadores, abonados y salarios que pagar. Nadie quiere hablar de cancelar definitivamente la temporada porque entonces habrá que hacer cuentas. Pero hay que ser realistas. Quizá lo más lógico sería optar por formatos alternativos si se quieren acabar los campeonatos. En China, que en esto del coronavirus van muy por delante, ayer optaron por aplazar la competición otra vez hasta mayo, cuando tenían previsto volver a jugar el 2 de abril. ¡Y eso que llevaban varias semanas entrenando! Fíjense, aquí con la curva de contagio todavía sin alcanzar su tope estamos pensando en jugar no una, sino tres competiciones. A mí me cuesta verlo, la verdad.

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