El Unicaja, con lo puesto para cerrar la Eurocup ante el Mónaco

La presencia de 400 aficionados en las gradas del Palacio de los Deportes es la única nota positiva de un partido que en circunstancias normales debería tener un rol inverso entre los equipos. El Unicaja recibió la autorización de la Junta para que el público volviese al Carpena y el club ha querido tener un gesto con los sanitarios invitando a 150 de ellos. La mejoría del impacto de la pandemia ha permitido esta medida, que quizá sea el primera paso para que también comience a haber aficionados en las gradas durante los encuentros de la Liga Endesa. Si la incidencia sigue bajando en las próximas semanas, la ACB cuenta con que el Consejo Superior de Deportes dé luz verde a que el público se reencuentre con sus equipos después de un año.

El partido de esta tarde, adelantado a las 19.00 horas por el toque de queda, tiene poca historia. Decía en la víspera Fotis Katsikaris que su equipo quiere mantener la dinámica alcista de los últimos encuentros, pero se ha guardado a Darío Brizuela y Alberto Díaz para el encuentro del sábado (20.45 horas) frente al Herbalife Gran Canaria. Ese partido sí que es realmente importante. Ganarlo es vital para que el Unicaja no se descuelgue de la pelea por entrar en 'play-off' de la ACB. Fotis Katsikaris deberá decidir hoy si convoca a Gal Mekel, que lleva unos días entrenando con el equipo, después de tres meses fuera por las complicaciones derivadas del coronavirus. Carlos Suárez podría volver para ese encuentro ante el equipo Canario, y hay que recordar que Malcolm Thomas no puede jugar en la Eurocup. Además de la presencia de aficionados en las gradas, quizá el otro aliciente del choque será ver en Málaga a Abdoulaye Ndoye, joven alero del Mónaco al que el Unicaja tanteó el pasado verano cuando este estaba en el Nanterre el pasado verano.