El Unicaja comienza ante el Bilbao un maratón de nueve partidos en un mes

¿Cómo afectará todo lo sucedido al equipo? Esta noche (21.15 horas, Movistar Deportes, dial 53), ante el penúltimo, el RETAbet Bilbao, será la primera ocasión para comprobarlo, de nuevo en un pabellón vacío, sin un efecto 'feed-back' presencial de la afición que muestre una reacción ante los acontecimientos. Será también el primer envite de un maratón de nueve en un mes, para dirimir si el Unicaja alcanza ese objetivo de mínimos en lo deportivo que sería acceder a los 'play-off' por el título. De momento, el equipo es octavo (tras caer anoche el Gran Canaria), aunque con menos partidos jugados que la mayoría de rivales directos: Joventut, Herbalife Gran Canaria, BAXI Manresa y MoraBanc Andorra. 

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Aun así, el Unicaja tendrá poco margen de error en lo que le queda por jugar, y menos ante rivales como el de esta noche, seriamente amenazados por el descenso, con sólo siete victorias en el torneo y tras el 75-91 (27 de diciembre) en la primera vuelta, un resultado que fue la única excepción en la serie de derrotas que se llevó por delante a Luis Casimiro.

Amén de la baja segura de Carlos Suárez (cuarta lesión muscular del curso y posibilidad de que no vuelva a jugar más esta campaña), se da también por hecha la de Nzosa (lesión en el adductor izquierdo) y es duda Mekel (molestias en una rodilla), pero las ausencias no deberían ser óbice para que el Unicaja salga airoso de la cita.

El RETAbet Bilbao Basket es un equipo de gran poderío interior y con el pívot checo Ondrej Balvin como referente. No en vano, es el segundo jugador más valorado de la competición (21,1) y su máximo reboteador (8,9 rechaces) y matador (2,4), así como el seguno mejor taponador (1,5), a lo que suma 12,4 puntos por choque. También destaca el base Jonathan Rousselle (10,2 puntos, 4,3 asistencias) y los escoltas Jaylon Brown (12,5 puntos) y John Jenkins (12,4 tantos). Lejos del esplendor de hace una década (subcampeonato liguero en 2011, precisamente con Katsikaris al frente), los entonces conocidos como 'hombres de negro' han dejado de meter miedo.