El Unicaja, a dejar casi asegurada la segunda plaza liguera

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Pedro Luis Alonso

A priori, porque ya se conoce la dificultad que implica cualquier rival de la Liga Endesa, el Bàsquet Girona, no debería implicar una dificultad especial. Ha ganado sólo en tres de sus salidas, la más reciente allá por el 4 de noviembre y ante el colista, el Zunder Palencia (76-80). Antes se impuso en la pista del penúltimo, el Granada, y ante el Valencia, al que sorprendentemente le ha ganado en los dos cruces.

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Este hito es casi lo mejor que se puede mencionar de este Girona, decimotercero, con 10 victorias y 16 derrotas y que viene de perder ante el BAXI Manresa (83-84) con una canasta de Badio a dos segundos del final. Además, es el segundo mejor de la Liga en rebotes (37,31 por partido), rechaces ofensivos (11,7) y en el total de triples anotados (10,58). Está por ver si Ibon Navarro, con todos sus elementos, prescinde esta vez de uno de sus tres 'cincos' (Sima fue el descarte en la paliza en Granada, en beneficio de Lima y Kravish).

Mucho menos coral que el Unicaja (en Granada, octavo partido del curso en que anotan sus doce hombres) es el Girona, que tiene en Iroegbu su 'jugador franquicia'. El base nigeriano promedia 15 puntos (cuarto máximo anotador de la competición), pero firmó casi el doble (27) en el ajustado 78-82 ante los cajistas en la primera vuelta. El argentino Juani Marcos, el veterano Quino Colom y el recién llegado Kenny Chery completan la rotación exterior, y también hay que tener cuenta el físico del ala-pívot galo Yves Pons (9,2 puntos y 5 rebotes), dentro de un juego interior que no es su mayor fortaleza.