La plantilla del Unicaja no se moverá de Málaga

La ampliación del estado de alarma decretado por el Gobierno días atrás tendrá un impacto lógico para los jugadores del Unicaja que llevan una semana confinados en sus domicilios. Y así van a seguir porque el club tiene claro que no autoriza a que abandonen la ciudad, al contrario de lo que están decidiendo otros conjuntos de la Liga Endesa.

Ayer mismo, el Fuenlabrada autorizó a sus cinco jugadores extranjeros a que regresen a sus países de origen, mientras que otros clubes optaron por esta misma medida nada más comenzar el estado de alarma hace semana y media.

Como es sabido, algunos jugadores del Unicaja, el caso más claro fue el de Josh Adams, solicitaron al club poder regresar a sus países. El estadounidense ‘invitó’ al Unicaja a seguir el ejemplo de otros equipos de la Eurocup y la Euroliga que tomaron esta medida, principalmente italianos, griegos y turcos.

Sin embargo, en el Unicaja consideran que la salud de sus empleados, como son los jugadores, es lo primero en las circunstancias actuales, por lo que no se autoriza que ninguno abandone la ciudad. Hacerlo los pondría en riesgo, a ellos y a sus familias, y podría acarrearles problemas de todo tipo hasta llegar a sus países de origen, como tener que afrontar las respectivas cuarentenas e incluso que no se les autorizase la entrada en sus países al provenir de lugares de riesgo como es el caso de España en estos momentos.

Hay que entender que algunos de los jugadores cajistas viven estos días situaciones muy particulares, pues se encuentran solos, sin sus familias o parejas, y esto les hace más difícil el día a día. La idea del Unicaja es que todos los profesionales que están en nómina a día de hoy se conserven sanos y en la mejor forma posible a la espera de ver qué sucede tanto con la Eurocup como con la Liga ACB.

Será clave también que postura toma el club en el apartado económico, pues tendrá una incidencia directa sobre su capacidad para controlar a los jugadores. Como se ha venido informando estos días, el Unicaja contempla todos los escenarios posibles para paliar el impacto económico de la crisis, tanto una reducción de horarios, prorrateo de sueldos o un expediente de regulación temporal de empleo, aunque esto último parece poco probable. Un ERTE dejaría a los profesionales libres, incluso para fichar por otro equipo mientras durase, y, por supuesto, para regresar a sus países si así lo considerasen oportuno, y siempre que las medidas del Gobierno lo permitiesen.