Perry marca jugada en una acción frente al UCAM Murcia. EFE

Perry, el héroe redimido

Se convirtió en el máximo anotador del Unicaja en la Champions (360 puntos) al superar a Brizuela en un partido en el que sobresalió tras el descanso, como el resto del equipo

Viernes, 26 de abril 2024, 23:50

Nómada por convicción, la trayectoria de Kendrick Perry es digna de estudio, quizás porque su personalidad de errante le llevó de equipo en equipo, de país en país, año tras año, hasta que recaló en Málaga y decidió asentarse en la ciudad del Paraíso hasta ... casi convertirlo en su hogar. El base estadounidense, en esa falta de continuidad de arraigo innata, debutó como profesional en Australia, una manera de reflejar ese alejamiento definitivo de sus raíces deportivas, con una breve incursión en la liga de desarrollo de la NBA con los Iowa Energy; luego carretera y manta por Hungría, Macedonia, Rusia, Francia, Serbia, Eslovenia, Grecia y Montenegro.

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Más allá de acudir al Vademécum para tratar lo que para otros podría ser una obsesión compulsiva por trasladarse de un lugar a otro, Perry entiende su vida como una fuente de cultura que alimente su sed de conocimientos y a fuer que lo ha conseguido en esta década de globetrotter baloncestístico. Llegada la treintena (cumple 32 en diciembre) encontró en el Unicaja la forma ideal de reposar su juego al servicio de un equipo en el que es santo y seña de su identidad. Lleva dos años y parece toda una vida.

El de Florida ejerció frente al UCAM Murcia el papel de héroe redimido, sacándose la espina de la 'Final Four' del año pasado, cuando con el aliento de su afición, que le idolatra, falló el triple frente al Telekom Bonn que le impidió a su equipo luchar por el título de la Champions en casa. Han tenido que pasar doce meses para que Perry asalte la historia del Unicaja convirtiéndose en el máximo anotador verde en la competición, superando a Brizuela, que ostentaba ese liderato desde hacía tiempo (acumula 360 puntos por 352).

Transcurría el minuto 13 cuando Perry acertó a convertir su quinto punto del partido (canasta y tres tiros libres), los que necesitaba para superar al escolta vasco que también creó escuela en Málaga. Y es que la capital de la Costa del Sol siempre se distinguió por acoger como propio a todo aquel visitante que se precie de valorar la bonhomía de un lugar ideal para repensar el tiempo con la cualidad necesaria del que necesita poco para tenerlo todo. El cerebro del cuadro malagueño terminó como segundo máximo anotador de su equipo (12 puntos en poco más de 17 minutos) frente a un UCAM Murcia que dominó casi 28 minutos y que hizo sufrir en demasía a la afición malagueña, tanto la que acudió a Belgrado como los miles que lo vieron en el Carpena en pantalla gigante.

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Esta fue la novena victoria seguida del Unicaja en la Champions, en lo que es su mejor racha europea en los últimos 18 años

Suele ocurrir que los datos que candan la historia se producen en partidos inolvidables, como este frente al UCAM Murcia, que se conservará intacto en los anales de acontecimientos indelebles, sobre todo por el exceso de sufrimiento durante tantos minutos. Y es que esta semifinal de la Champions supuso la novena victoria seguida del Unicaja en la competición, en lo que es su mejor racha europea en los últimos 18 años. Ahí es nada. Y evidentemente tenía que ser en Belgrado, cuña de hazañas de equipos con pedigrí que dejaron huella en los Balcanes.

Hay que retroceder en el tiempo, hasta el 8 de febrero de 2006, cuando el Unicaja de Scariolo, nombre asociado en Málaga al éxito mayúsculo por ser hacedor de alegrías continuas y logros inéditos, cuando enlazó hasta once triunfos consectivos en aquella Euroliga que, por cifras, es la mejor de las 17 disputadas por el club de Los Guindos, ya que se fue hasta el 75% de victorias, aunque fue la posterior campaña la que desembocó en esa 'Final Four' de Atenas tanto tiempo añorada y hoy difícil de contemplar volver a repetirla.

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Es la novena visita del Unicaja a Belgrado, ocho en la capital y una en la cercana Vrsac, donde ha ganado cinco encuentros y ha perdido cuatro. La singularidad es que el equipo malagueño llevaba quince años sin vencer en la ciudad serbia, después de ganar los tres primeros y cuatro de las primeras cinco veces que jugó en la localidad de los Balcanes.

Bozidar Maljkovic venció en la final de la Copa Korac (2001), Sergio Scariolo se llevó la victoria en dos ocasiones consecutivas en la Euroliga, en 2005 y 2007, mientras Aíto García Reneses viajó hasta Belgrado dos veces el mismo año en distintas temporadas, en 2009, todos estos enfrentamientos fueron con el Partizán. Mientras Joan Plaza se enfrentó dos veces al Estrella Roja y en ambos cayó como visitante (2016 y 2018), igual que Luis Casimiro en 2019 en la Eurocup.

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