Pepe Pozas agradece las llamadas de amigos. El base malagueño capitán del Obradoiro ha optado por pasar la cuarentena en Santiago de Compostela a la espera de acontecimientos y de ver si se retoman los entrenamientos y la competición. El parón por ... la crisis del coronavirus le ha venido fatal. Estaba firmando la mejor temporada de su carrera siendo el octavo mejor pasador de la Liga Endesa. Ahora, como muchos otros jugadores, puede verse afectado el ERTE que baraja declarar su club.
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Aunque sería un perjuicio, entiende que la situación es compleja, así que no le queda más remedio que aguantar. A la espera de novedades, se organiza con su esposa, Bea, que trabaja y estudia también en Santiago.
Tan previsor como en la pista, Pozas se vio venir el parón. «Viendo lo que venía, me cogí una mochila y la llene de material para poder entrenar en casa. Lo único que tengo para hacer cardio es una comba, que como esto siga así la voy a quemar», cuenta.
Como todos estos días, trata de organizarse. Su mujer está teletrabajando y estudiando, pero también tiene que salir par determinados casos. «Tratamos de organizarnos. Limpieza, comida, entrenamientos. Cuando ella trabaja, yo juego a la ‘Play’. Yo me encargo de la comida. Estoy tocando todos los palos en la medida de lo posible, pero vamos mucha verdura y pollo a la plancha», bromea.
Como muchos jugadores de la Liga ACB, Pozas echa de menos la rutina de entrenamientos y partidos, y, cómo no, poder salir de casa, así que trata de matar el tiempo como puede. «Trato de no coger el móvil demasiado, porque ahora estás todo el día en casa y lo miras ya por costumbre. Es alucinante la cantidad de basura que llega por el Whatssap estos días. Trato de leer y jugar sólo un poco a la Play, hay que tener en cuenta que ahora pasamos 18 horas despiertos en la casa. Juego con los amigos de Málaga y compañeros de equipo, porque también es una forma de estar conectados con el exterior», explica.
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Y el fin de semana no será muy distinto. Este domingo no habrá partido de Liga, así que tocará entrenar en casa y, por la noche, abrirá una botella de vino para recordar a su abuela, que falleció hace ahora justo un año, comenta desde su residencia en Santiago de Compostela y desde allí le manda un mensaje a la gente de Málaga. «Hay que tener mucho cuidado. Puedes tener el virus y no mostrar síntomas y lo propagas. Me preocupo por mi abuela, que tiene 93 años...».
Pozas es el jugador que más veces ha vestido la camiseta del Obradoiro, el líder histórico en puntos y asistencias, y una demostración de que hay vida en la ACB más allá del Unicaja para los canteranos de Los Guindos.
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