El Unicaja arrancó de nuevo con Osetkoswki en su cinco inicial para convertirse en el referente ofensivo otra vez. El equipo malagueño, como en él ya es habitual, corría siempre que podía y sorprendía al Girona con continuos contraataques tras recuperaciones de balón, tras algún ... dos contra uno a Colom gracias a una segunda línea defensiva muy atenta, tras saques de fondo y puntos de pizarra. Las rotaciones no afectaban al Unicaja que mantuvo e incluso aumentó su ritmo de juego con la salida de Taylor, que sumaba por igual en defensa como en ataque.

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Tras un intercambio de canastas en el segundo cuarto, el Unicaja siguió a lo suyo, corriendo y anotando con facilidad y sacando provecho de casi todos sus ataques, alcanzando así diferencias cómodas, pero la escasa presión al balón y baja intensidad defensiva locales permitieron al Girona mejorar en la circulación de balón que, de la mano de Colom, mejoró la dirección del juego de su equipo para anotar y sobre todo para asistir tras el 'pick and roll' y conseguir tiros abiertos de Susinkas, lo que obligó a Ibon Navarro a pedir tiempo muerto para recuperar la concentración y el tono defensivo. Esto unido a la capacidad en el rebote ofensivo de los catalanes, hasta ocho en esta primera parte, hizo que su anotación se disparase al descanso (57-48).

Los 34 puntos del Unicaja en el tercer cuarto lo dicen absolutamente todo. El equipo se aplicó más en defensa e impuso definitivamente su absoluta superioridad castigando una y otra vez al Girona con rápidos contraataques tras recuperación, rebote e incluso tras canasta de su rival que inexplicablemente apenas puso oposición. Festival anotador del Unicaja que la afición disfrutó con la relajación propia de un partido de guante blanco que ya mostraba una diferencia apabullante.

Lo único que quedaba por conocer en el último cuarto era si el Unicaja sería capaz de mantener el recital anotador de los tres primeros y terminaba con el récord de su historia. Los 27 puntos en contraataques, la anotación de Osetkoswki y Cárter, la polivalencia de Taylor y la aportación repartida entre muchos de los hombres de un Unicaja que sigue en estado de gracia fueron más que suficientes para imponerse con absoluta facilidad ante un Bàsquet Girona que dejó en Málaga una pobrísima imagen.

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