Un gran partido y un gran regalo

Intensidad máxima para comenzar. Sin Barreiro ni Djedovic, el Unicaja confió en Ejim y Taylor para enfrentarse e intentar igualar físicamente a Ojeleye y Puerto. Los malagueños intentaron imponer su ritmo defensivo, pero el Valencia respondió con un acierto exterior coral y con un Sestina infalible desde la línea de tres puntos. Pese al dominio en el rebote del Unicaja, los mejores porcentajes de Valencia les permitieron irse por delante al final del cuarto.

El Valencia aprovechó al inicio del segundo cuarto el rebote ofensivo y efectividad en el triple de Chris Jones castigando al Unicaja. Sin embargo, mientras más dificultades encontraba el cuadro cajista mayor era su resilencia defensiva, recuperando balones clave y castigando al contraataque. Un parcial de 7-0 recortó diferencias, pero los fantásticos porcentajes desde el triple de de los valencianos mantuvo la ventaja para los visitantes.

En la segunda parte el Unicaja por lesión no contaba tampoco con Ejim lo que exigía a Ibón mantener a Taylor más minutos de lo previstos en la cancha y jugar con tres hombres altos en algunos minutos. Emergiendo el liderazgo y el duelo de Perry, comandando la defensa y el ataque de su equipo, y de Montero en la anotación. Los locales seguían dominando el rebote e iban elevando por fin su efectividad desde la línea de tres. Un espectacular triple de Montero cerró el cuarto, dejando todo por decidir.

Con el partido igualado, el Unicaja apeló de nuevo a su intensidad defensiva en el último cuarto y a la sangre fría de Kalinoski y Perry. Este último robó dos balones cruciales a Montero, culminando con un triple decisivo en el último minuto. La lucha por cada rebote, por cada posesión y el esfuerzo colectivo cerraron una victoria épica, recompensada con una ovación del público que yo creo iba dirigida a ambos equipos.