En este equipo no hay egoísmo

Si en ese periodo fue Taylor, en el segundo cuarto le tomó el relevo un inspiradisimo Cárter con 11 puntos, que junto alto ritmo de juego del Unicaja, las rapidísimas llegadas en transición del equipo, con una magnífica circulación de balón, buscando siempre al jugador liberado y con mucha confianza y grandes porcentajes de acierto, desbordaba en todos los aspectos del juego a su rival.

El tercer cuarto comenzó como terminó la primera parte, con un gran parcial. Tras tres recuperaciones consecutivas y castigando al rival con rápidos contraataques, alcanzaba la máxima diferencia del partido que llegaba hasta los 30 puntos (60-30). A partir de esos momentos el Unicaja bajó su actividad e intensidad defensiva permitiendo a Thomason mostrar su enorme calidad, anotando 15 puntos, lo que propició que el Granada acortara las diferencias.

Pero en el último cuarto un inspirado Will Thomas, con dos triples consecutivos; la hiperactividad de Alberto Díaz, que apagaba definitivamente el recital anotador de Thomasson, y un Perry incansable devolvían las buenas sensaciones a su equipo y ponían de nuevo las cosas en su sitio.

Por tanto, recital del Unicaja contra el Covirán Granada, con menos altibajos que en otras ocasiones, mostrando un gran nivel físico de todos sus hombres, un altísimo nivel de intensidad defensiva, con inspiración anotadora y puntos repartidos fruto de la generosidad a raudales en el esfuerzo y a la hora de pasar dese el balón mostrada, lo que sin duda duplica el potencial del equipo y define la importancia que toma su juego colectivo.